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martes, 1 de diciembre de 2020

Desde la portada de la iglesia de San Pedro de Villanueva (II)

Hablábamos hace unos días de la portada de la iglesia del que fue monasterio benedictino en San Pedro de Villanueva, y lo hacíamos utilizando los ojos y la imaginación de Fray Prudencio de Sandoval, O.S.B., procurador de la Orden de San Benito en la Corte (y bien que procuró), obispo que fuera de Valladolid, Tuy y Pamplona, cronista de S.M. el rey Nuestro Señor Don Felipe el Tercero, pero ante todo y para lo que interesa a nuestro relato anterior, buen historiador, aunque muy al estilo de su época.

Se me olvidó mencionar que nuestro buen fraile obispo también era primo de don Francisco Gómez de Sandoval-Rojas y Borja, más conocido como Francisco de Sandoval y Rojas, V marqués de Denia, Sumiller de Corps, Caballerizo mayor y valido de Felipe III, I duque de Lerma, I conde de Ampudia, I marqués de Cea; fue el hombre más poderoso de España, incluso puenteó al rey, y al final de sus días, “para no morir ahorcado, el mayor ladrón de España se vistió de colorado” y fue nombrado cardenal de la Iglesia Católica para así poder eludir responder por sus  muchos delitos, o presuntos delitos, que darían lugar a divertidas comparaciones con los políticos de hoy en día.

Quien tiene padrinos se bautiza, o eso es lo que afirma el refranero, tan rico en verdades como puños, explicadas con mala uva, y a fray Prudencio siempre le acompañó en su trayectoria la sombra de su primo. 

Vamos a seguir dejando que sean otros quienes hablen para nosotros, en esta ocasión van a ser nuestros oradores dos documentos referidos a la historia del monasterio, papeles que levantan la voz desde las estanterías de la Hemeroteca Nacional: una página del Boletín de la Real Academia de Bellas Artes del 29 de marzo de 1907, y una página de la Gaceta de Madrid (lo que hoy es el B.O.E.) del 6 de agosto de 1907, aunque para no alargar la entrada dejaremos el segundo para otro día.



 Tenemos, pues, un informe dirigido a la Real Academia de Bellas Artes por D. Julián Suárez Inclán, asturiano de Avilés, general de división, segundo jefe de Estado mayor Central del Ejército, presidente del Centro Asturiano de Madrid, miembro de la Real Academia de Historia y diputado en Cortes por el distrito de Pravia.

¿Se acuerdan de lo que dijimos sobre la necesidad de buenos padrinos para bautizarse? Pues el cura párroco de Villanueva supo muy bien a quién dirigirse para recibir el primer sacramento. 

Dicho párroco y los vecinos redactaron una instancia dirigida al ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes “para que se declare monumento nacional el exmonasterio de religiosos benedictinos que lleva el mismo nombre.”

 Voy a suponer el camino que recorrió el documento.

 Pongamos que nuestro buen cura hizo llegar la instancia a su paisano el presidente del Centro Asturiano de Madrid, D. Julián Suárez Inclán, el cual a su vez la puso en la mano del diputado por Pravia D. Julián Suárez Inclán.  Como era de esperar, el diputado D. Julián Suárez Inclán consiguió que el señor ministro enviara la instancia al miembro de la Real Academia de Historia D. Julián Suárez Inclán y, acompañada de alguna nota personal, sigo suponiendo, el tantas veces mencionado D. Julián Suárez Vidal la presentaría al fin, supongo yo, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, de donde sale perfectamente informada para que sea publicada en la Gaceta de Madrid cinco meses más tarde.


 ¿Queda claro el circuito administrativo? ¿Vamos entendiendo aquello de que quien tiene padrinos se bautiza? Por favor, no me lo hagan repetir, es algo tan sencillo como el cuento de Juan Palomo, yo me lo guiso y yo me lo como. Cosas del dichoso refranero y su mala uva… 

En dicho documento se reproduce la solicitud que se hizo (y que prosperó, cosa de la que no teníamos duda) pero lo que nos interesa ahora es la descripción que se hace.

Después veremos el informe que hizo la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la resolución que firmó el flamante ministro de Instrucción Pública y también diputado en Cortes por varias demarcaciones, entre ellas Oviedo, el asturiano natural de Gijón D. Faustino Rodríguez San-Pedro Díaz Argüelles.

¿Qué? ¿Sabía el cura a dónde dirigirse para ser bautizado? ¿Entendemos lo de los padrinos, el bautizo y la intención del refranero? … Para que luego digan que en todas partes hay un gallego para ayudar a otro gallego, se demuestra que algunos presumen menos y hacen más. 

El expediente rodó de mesa en mesa, de negociado en negociado y de Organismo en Organismo sin cambiar de manos, exponiendo siempre lo mismo y variando solamente el encabezamiento y el informe de cada funcionario, que el copiar y pegar no es una cosa tan moderna como nos creemos, ya lo utilizaban nuestros bisabuelos. En los documentos encontrados se repite lo mismo una y otra vez, variando solo encabezamiento y valoración final, siempre apoyando el petitum del escrito, por lo que en realidad solo nos sirven el primero y el último. A ellos añadiremos en otro momento el informe positivo que elaboró D. Enrique Serrano Fatigati, este ya no era asturiano, que era madrileño, hijo de padre valenciano y madre portuguesa de ascendencia italiana. La globalización mundial, supongo. 

Esta es la transcripción literal y al pie de la letra del documento de la Real Academia de Historia elevando la instancia a la Real Academia de Bellas Artes, conservando la ortografía de la época. Puede parecer un texto interminable, pero para comprender las cosas hay que acudir a las fuentes; si lo que pretendemos es que nos lo den resumido la cosa pierde toda su gracia: 



<< II SAN PEDRO DE VILLANUEVA, MONUMENTO NACIONAL 

Me ha confiado nuestro digno y respetable señor Director el encargo de informar acerca de la petición dirigida al señor ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes por el Párroco y vecinos de San Pedro de Villanueva, para que se declare monumento nacional el exmonasterio de religiosos benedictinos que lleva el mismo nombre. 

Sobre la ribera del Sella, á dos kilómetros de la villa de Cangas de Onís, en la carretera que se dirige á Oviedo, está situado el que fué monasterio de la Orden de San Benito, convertido hoy en iglesia parroquial de San Pedro de Villanueva. 

 Refiriéndose al primitivo convento, que se dice fabricado en el siglo VIII, cita Sandoval una escritura de dotación otorgada al monasterio por el rey Alfonso el Católico, en 21 de Febrero del año 746; y añade que en el día de los Reyes se celebraba la fecha de su fundación. Los Sres. Ceñal, muy conocedores de aquella comarca, en donde residen, al describir en la reciente obra titulada Asturias los monumentos del Concejo de Cangas de Onís, escriben que en lo que fué archivo del monasterio hallaron una nota inventario de los papeles de la casa, en la cual se lee que la escritura original de la fundación se la llevó el obispo Sandoval para escribir la historia del convento, y que el documento se extravió. Importa, no obstante, consignar que allí existe el original de un pleito sostenido en 1742 por el Abad contra dos caseros que pescaban en el río sin autorización del convento, ganando éste el litigio por consecuencia de los derechos que al monasterio daba la fundación de D. Alfonso I para pescar desde la Morca (Cobiella), hasta el puente viejo de Cangas. También citan los Sres. Ceñal una tabla de aniversarios donde se mencionan tres que se celebran por el Monarca fundador y otro por el rey Fruela y su esposa, como bienhechores del convento. 

Sea de esto lo que quiera, hoy no queda nada del edificio que se dice construido por Alfonso el Católico; el convento actual, en su parte más antigua, data del siglo XI ó XII, y en la parte más moderna del XVII, pareciendo además seguro que la reforma de la iglesia se terminó, ya muy entrado el siglo XVIII. Y conviene notar que la parroquia, bajo la advocación de Santa María de Villanueva, estuvo independiente del monasterio hasta el año I684. 

Dedica D. José María Quadrado, en su conocida é importante obra, atención especial á este monasterio, cuyas formas arquitectónicas actuales pertenecen al estilo bizantino del siglo XII. Y D. Ciriaco Miguel Vigil describe minuciosamente las bellezas de este monumento en la excelente publicación Asturias monumental, epigráfica y diplomática. 

 El monasterio sufrió gran reforma, ó reparación, en el año 1687, y entonces se redujeron á una las tres naves del templo; mas aunque la primitiva obra fué objeto de lamentable destrozo, quedaron afortunadamente á salvo no pocas preciosidades del siglo XII, como la capilla mayor con sus ábsides, la portada principal, que está en uno de los costados del templo, y una pequeña parte del claustro. Sandoval refiere que en la puerta del templo se ostentaba la historia labrada en varías piedras de la salida á caza de Don Favila y su muerte por un oso; y en el tomo I de las Memoria de las Reinas Católicas escribió el Padre Enrique Florez, que en aquella fecha (1761), no se conservaba más que una sola de aquellas piedras, en la cual estaba el Rey á caballo con un halcón en la diestra mano, y su mujer Froiliuba en actitud de impedir la marcha del Monarca. En las radicales y lamentables reformas que antes he citado, cubrió las artísticas esculturas de los capiteles un arco erigido para sostener la torre; y con esto se explica que estuvieran ocultas á la vista del' erudito fraile agustino la mayor parte de las interesantes figuras que indica Sandoval. Felizmente el Sr. Parcerisa hizo aparecer de nuevo á la luz en el año 1855 los magníficos relieves de la obra del siglo XII, que atesora la portada del monasterio. 

Examinando el edificio, tal cual hoy existe, se ven los tres ábsides semicirculares del antiguo templo, el central más bajo que la nave, pero más elevado que los laterales; en el primero se ostenta un esbelto ajimez; su arco de medio punto con flores y hojas variadas por la cornisa entre orlas de cordoncillo, se apoya en ligeras columnas, y la cornisa superior está decorada con profusión de figuras y alegorías: en los ábsides laterales la ornamentación es más sencilla, é igual decoración aparece en las ménsulas que hay en la cornisa de la nave. 

La puerta situada al pie del templo, comunicando con la sacristía, conserva el arco primitivo con dibujos formando dados, y en un suntuoso pórtico, designado con el nombre de Entrada al Palacio, hay tres arcadas de medio punto apoyadas sobre grupos de cinco cortas columnas en los flancos del arquillo central, y de dos pareadas en cada costado. Este pórtico, que pudo servir de entrada á la sala capitular, es lo único que resta del claustro bizantino. (1) 

Lo más notable de la parte exterior es la gran portada de ingreso. Tiene tres columnas por cada lado, en cuyos ornados capíteles figuran las escenas señaladas por Sandoval: de izquierda á derecha se ven, la salida á casa de Don Fabila á caballo con el halcón en la mano y la Reina á pie en ademán de detenerle, cual avisada por triste presentimiento; la despedida de los esposos, significada por expresivo ósculo; la lucha del Rey con la fiera, embrazado el pavés y empuñada la espada, y alrededor figuras humanas, animales y aves de rapiña. En el costado derecho se ve follaje de distintas formas, coronado todo por una faja ajedrezada, sobre la cual arrancan tres arcos semicirculares. 

Dentro del templo se conserva la severa capilla mayor, puesta en comunicación con las dos laterales por medio de robustos arcos; y en los capiteles de las columnas del interior figuran luchas de hombres con fieras y vestiglos, como si hubiera querido armonizarse todo con el desdichado fin del sucesor de Don Pelayo. 

 Había en el monasterio una preciosa pila bautismal, que fué recogida por el vecino de Cangas de Onís D. Antonio Cortés, quien la envió al Museo Arqueológico de esta corte, donde hoy se guarda. Destácanse en las partes superior é inferior dos elegantes y bellas orlas, y en el centro otra franja en donde consta la donación de la pila y la fecha de su construcción (año 1114). 

 Si se considera que en Asturias no penetró el arte bizantino de un modo franco hasta fines del siglo XI, es interesante que en el monasterio de Villanueva, construido á principios de la centuria siguiente, brille ya toda la riqueza de su ornato y la severidad de sus líneas, y que tanto en el exterior como en el interior de las partes del edificio conservado al través de los tiempos, se destaquen primorosas galas de aquel estilo. «Seguramente que entre las fábricas reales de aquella remota era, dice Quadrado, no hubiera sido ésta de las más humildes y reducidas, y tal vez con más justa razón admirable que tantas otras que encarecen los cronistas contemporáneos.» 

Opino, en consecuencia, que hay motivo fundado para acceder á la petición del Párroco y vecinos de San Pedro de Villanueva, declarando monumento nacional el exmonasterio de religiosos de la Orden de San Benito que lleva dicho nombre. 

La Academia, en su más claro juicio, resolverá lo procedente. Madrid, 29 de Marzo de 1907.

 JULIÁN SUÁREZ INCLÁN.>>

 




(1) El estilo románico fue llamado bizantino hasta bien entrado el siglo XX. Es normal que aquí lo denominen así, aunque el término románico fue acuñado en 1820 por Charles de Gerville para definir el arte de los romanos anterior al estilo que trajeron los godos, por lo que al estilo siguiente se le denominó “gótico”. 

Como esto ya es un texto largo y pesado, dejaremos para una próxima entrega el publicado en la Gaceta de Madrid, el B.O.E. de la época, con el informe razonado y motivado por parte del mencionado secretario general D. Enrique Serrano Fatigati. Han aparecido unos nuevos personajes. Nuestro valedor en la Corte, D. Julián Suárez Inclán, ha hablado de “Quadrado” y de “Parcerisa”, no perderemos de vista a este segundo, del cual contaremos algo una entrada aparte y aprovecharemos de paso para hablar un poco del primero. 

Les espero en este mismo sitio dentro de unos días para seguir con esta historia.

Antonio García Francisco, diciembre 2020

Pinchas en el reproductor y escucharas la explicación realizada por Antonio Garcia Francisco, en Radio Cangas este lunes pasado




2 comentarios:

  1. Queridos Antonio y Manolo.

    Muchas gracias por compartir estas investigaciones y trabajos sobre San pedro de Villanueva y en concreto sobre el momento clave para su historia que fue en 1907 cuando ese párroco y esos vecinos de Villanueva movieron Roma con Santiago, para poner encima de la mesa de la administración en Madrid el expediente para la proclamación como Monumento Nacional de nuestro querido monasterio. Este hecho, con su dificultad y tesón es sin duda uno de los hitos más importantes que ha permitido que a día de hoy podamos seguir disfrutando de su esplendor y esta muy bien que se conozca, se valore y se le de la importancia, aunque sirva para que en 2020 se siga luchando por proteger, defender, poner en valor elementos arquitectónicos de nuestro país, que están avocados al olvido y que se sustentan gracias al amor incondicional de algún particular, casos tenemos y muchos en Asturias. Que emocionante resulta que Antonio haya puesto todo su maravilloso tiempo y conocimiento en leer sobre los muros de San pedro de Villanueva. GRACIAS

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  2. Pues muchas gracias. Desde esta humilde emisora intentamos realizar programas de interés, y las interpretaciones de Antonio son la guinda a un pastel que llevamos observando desde el siglo XII sin saber a que sabe.
    Muchas gracias

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