domingo, 31 de octubre de 2021
ITALIA CON EBO
Un lunes de cuento
viernes, 22 de octubre de 2021
NOS VAMOS DE VIAJE A ITALIA, OS APUNTAIS????
martes, 12 de octubre de 2021
En las manos de Dios. Mensajes subliminales en la escultura románica.
"El que me ofrece su gratitud, me honra. Yo salvo al que permanece en mi camino". (Salmos 50,23, Biblia DHH)
Nuestro ya
conocido amigo Pedro Lozano Huerta publicó, hace de esto un año, en un grupo de
románico del que ambos somos miembros, una fotografía muy, pero que muy
interesante, en la que he creído encontrar un detalle que estimo a su vez, muy,
pero que muy interesante, valga la redundancia deliberadamente buscada, y que
traigo aquí para demostrar que cuando nos enfrentamos a una escultura románica
hay que mirarla con los ojos de la cara, con los ojos de la mente y con los
cinco sentidos, más el menos común de los sentidos, el sentido común.
La primera de mis tres reglas:
"al canecillo y al capitel, hasta del revés le has de ver".
Es una fotografía que a todas luces representa a Daniel en el foso de los leones. No cabe ninguna duda, pero... ¿hay algo más en ella?
Iglesia de San Adrián-Villavieja de Muño-Burgos Fotografía: Pedro Lozano Huerta. |
Claro que sí y vamos a ello sin más preámbulo.
Es una constante en el Antiguo Testamento transmitirnos
mediante personajes y situaciones el abandono de la propia voluntad para servir
a Dios, dando fe de Él, aunque esto cueste la vida propia o de los seres
queridos (Sacrificio de Isaac, los tres jóvenes en el horno, Job…)
Como si fuera una imagen reflejada en un espejo, en la escultura románica hay una iconografía que parece insistir en transmitirnos mediante símbolos y unos cuantos personajes esta misma idea, y uno de ellos es nuestro tantas veces representado Daniel en el foso de los leones.
"Y llegándose cerca del foso llamó a voces a Daniel con voz triste: y hablando el rey dijo a Daniel: Daniel, siervo del Dios viviente, el Dios tuyo, a quien tú continuamente sirves ¿te ha podido librar de los leones?
Entonces habló Daniel con el rey: el Dios mío envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones, para que no me hiciesen mal". (Daniel 6, 20-22)
Quiero con esto decir que cuando veo, quizá porque son de las que más se ven, la escena del sacrificio de Isaac y la de Daniel en el foso de los leones, siempre pienso en lo mismo: estoy ante un tipo de personas que se fían tanto de Dios que llegan hasta el extremo de abandonar la Razón y dejarse guiar por la Fe. Cuestión esta muy importante y debatida entre filósofos de la poca.
Dicho esto,
al contemplar esta fotografía de Daniel in laqum que nos presenta Pedro,
me salta a la vista otro mensaje más.
Recapitulemos. ¿Qué tenemos?
PRIMERO: Daniel en el foso de los leones por no renegar de su Dios. Podríamos quedarnos ahí, como hacen muchas guías de románico escritas por autores consagrados que se limitan a estas siete palabras: "Daniel en el foso de los leones". En realidad, es el mensaje plástico que se nos envía.
SEGUNDO: Daniel en peligro de muerte porque ha preferido seguir los dictados de su Fe antes que los de su Razón, motivo por el cual Dios le salva de una muerte física segura. Esto es el mensaje que nos envía el Autor Sagrado.
Y TERCERO: el visible mensaje oculto, valga el oxímoron, que nos envía el maestro medieval con el cual pienso que ratifica todo lo dicho anteriormente, que creo que me da la razón, y es que, efectivamente, Daniel se ha sometido a la voluntad divina y Dios está En y CON él.
¿Dónde está
el mensaje visible pero oculto? Sin entrar en especulaciones teológicas propias
de comentaristas bíblicos, pongámonos en la mentalidad del cantero medieval y
vayamos al Antiguo Testamento, libro de Isaías, capítulo 46, versículo 6:
"Así dice Jehová, Rey de Israel, y su Redentor, Jehová de los ejércitos: Yo el primero, y yo el postrero, y fuera de mí no hay Dios."
Ahora vayamos
con la misma mentalidad, o si queremos ya con la nuestra del siglo XXI, al
libro del Apocalipsis, cap. 22, v. 13:
"Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último, el principio y el fin".
Bien.
Ya lo
tenemos.
Ahora volved a mirar la fotografía de Pedro y mirad la ñapa que he hecho yo, porque una imagen vale por mil palabras.
Iglesia de San Adrián. Villavieja de Muñó, Burgos. |
¿Veis que el "Alfa
y Omega" está EN y CON Daniel porque Daniel se ha
abandonado a la voluntad de Dios?
¿Veis ya el
mensaje que lleva ahí casi mil años diciéndonos que confiemos en Dios?
Yo sí, y no me tengo por visionario. Y no solo en esta fotografía, para muestra valdría un botón, pero hay otros ejemplos más, algunas, lo reconozco, de manera un poco forzada, pero que parecen seguir el patrón:
Iglesia de San Adrián. Villavieja de Muñó, Burgos. |
San Pedro de la Nave. El Campillo, Zamora. Siglo IX |
Iglesia de San Cipriano. Zamora, Siglo XII |
Iglesia de San Vicente. Mundilla, Burgos, Siglo XII Fotografía Pedro Lozano Huerta |
Iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción. Navas de Bureba, Burgos. S. XII. Fotografía de Pedro Lozano Huerta. |
Gracias,
Pedro, por ayudarnos una vez más con tus fantásticas fotografías y por brindarme
de nuevo la ocasión de comprobar y demostrar la segunda de mis tres reglas, que es que
"nadie daba puntada sin hilo"
y que los
símbolos están por todas partes.
Por supuesto,
fiel a mi tercera regla, reconozco y admito que
"hay tantas interpretaciones como intérpretes, pero la respuesta más sencilla suele ser la correcta",
de manera que
admito todas las opiniones razonadas que no estén de acuerdo con la mía.
Antonio
García Francisco
Colmenar
Viejo, octubre de 2021,
Pergeñado
durante el confinamiento de 2020
jueves, 7 de octubre de 2021
Interpretando un símbolo románico: el Bautismo.
El Románico es el arte del símbolo por excelencia, pero el símbolo no es algo privativo del arte Románico, sería estúpido pretenderlo, lo mismo que lo sería despreciar su existencia en esta época por el simple hecho de que nos resulte difícil de comprender.
Portada del cementerio de Navarrete, La Rioja. Portada del desaparecido Hospital de la Orden de San Juan de Acre, S. XII |
Efectivamente, no existe un libro de claves en el que se nos diga a ciencia cierta que esto significa tal cosa, mientras que aquello significa tal otra. Pero hay que tener en cuenta algo fundamental: ese libro no existió nunca, ni tan siquiera en aquellos días, luego podríamos partir de la base de pensar que estamos en las mismas condiciones que estuvieron los contemporáneos de las creaciones que hoy contemplamos.
Ningún tratado de la época trazó una síntesis sobre la
simbología, y mucho menos recopiló los conocimientos representados, y esto, por
dos motivos fundamentales. Primero, porque el símbolo es la expresión de una
idea que tiene el que lo crea, la cual puede quedar falseada al plasmarla en
piedra o en pergamino, y también puede resultar desdibujada o desafinada por el
filtro de la comprensión del que recibe el mensaje. Segundo, porque no se trata
de una doctrina, sino del reflejo de una manera de vivir, de ver y comprender
la vida, de manera que tampoco era muy necesario un libro código. La curiosidad,
apoyada en conocimientos propios que tuvieran de la vida, sería la única
herramienta de la que podrían valerse para interpretar. Estamos, pues, en las
mismas condiciones.
Iglesia de San Miguel. Sotosalbos, Segovia. Detalle portada oriental de la galería porticada |
Iglesia de San Miguel. Sotosalbos, Segovia. Detalle de la galería porticada. |
Iglesia de San Miguel. Sotosalbos, Segovia. |
Tal vez no
sea oro todo lo que reluce en portadas y no todo lo que vemos sean mensajes
ocultos en canecillos y capiteles, pero cuidado, nada se debe al azar, nada se
ha puesto para rellenar espacios vacíos. Hay unos detalles decorativos, unas lacerías,
un zigzag, que parecen elementos ornamentales sencillos, pero que quien esto
escribe les dedica toda su atención hasta el punto de que se alegra cuando los
encuentra en portadas y arcos de galerías porticadas. Son, o suelen ser, una
línea o franja de triángulos abiertos. ¿Ven
lo difícil que resulta describir un símbolo? Unos lo llaman dientes de perro,
otros los conocen como dientes de sierra; esos dicen que representan las aguas
del gran mar que es la vida; aquellos otros, más cultos ellos, opinan que son reminiscencias
de los canteros orientales, aunque olvidan que este motivo ornamental ya
aparece en las cuevas pintado en rojo desde el Neolítico. Tampoco faltan, por
supuesto, quienes afirman que solo son motivos estéticos sin más funcionalidad
que rellenar espacio.
Cerámica del Paleolítico. Museo de Zaragoza. |
Para quien esto escribe, estas líneas medievales zigzagueantes no son otra cosa sino una representación idealizada de las aguas del Bautismo. Son muy abundantes sobre todo en Asturias y Segovia. Personalmene, las hemos visto, por motivos de cercanía, muchas veces en Segovia, en San Pedro de Gaíllos, donde aparecen tanto en las arcadas de la galería porticada como en la portada, lo mismo que en Orejana; en Requijada, en Muñoveros, en El Olmo, en Sotosalbos… donde aparecen esas franjas que realmente recuerdan las ondas del agua, aguas vivas, que se mueven, purificadora como las que han de utilizarse para administrar el sacramento del Bautismo. Son un símbolo, una sustitución de una idea, un mensaje que están enviando al que se aproxima:
“¡Alto! Este lugar está reservado para los hijos de Dios y si no estás bautizado este no es tu sitio, tu mundo está de puertas hacia afuera”.
Juan 3,5: "Jesús le respondió: te aseguro que si uno no nace del agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios."
Iglesia parroquial de San Pedro. San Pedro de Gaíllos, Segovia. Portada meridional de la galería porticada. |
Iglesia parroquial de San Pedro. San Pedro de Gaíllos, Segovia. Portada oriental de la galería porticada. |
Iglesia parroquial de San Pedro. San Pedro de Gaíllos, Segovia. Vista interior de la portada meridional. |
Iglesia parroquial de San Pedro. San Pedro de Gaíllos, Segovia. Detalle. |
Iglesia de San Juan Bautista. Orejana, Segovia. |
Ermita de Ntra Sra. de Las Vegas. Requijada, Segovia. |
Iglesia parroquial de San Félix Mártir. Muñoveros, Segovia. |
Iglesia de Ntra. Sra. de la Natividad, también conocida como Virgen del Olmo. El Olmo, Segovia. |
Esta
interpretación se refuerza también con el hecho de que las pilas bautismales
solían estar en el exterior, en la galería porticada, como en la iglesia de San
Pedro Apóstol, de Abánades, Guadalajara, o en baptisterios anexos, como en
Santa María de Bareyo, en Cantabria, de manera que se estaba invitando al Bautismo
al pagano, como si fuera una especie de peaje por el que había de pasar el
inconverso que pretendía acceder al interior del templo, al mundo de Dios.
Parroquial de San Pedro Apóstol. Abánades, Guadalajara |
Iglesia de Santa María la Mayor. Abajas, Burgos. |
Con motivo de
un fugaz viaje de fin de semana a Asturias, donde ya dijimos que es donde más abundan junto con
Segovia las hemos encontrado también en la portada del monasterio benedictino
de San Pedro de Villanueva, en Villanueva de Cangas,
Exmonasterio de San Pedro de Villanueva. Villanueva de Cangas, Asturias. |
y en la de San
Xuan de Amandi, cerca de Villaviciosa. Unos cuatrocientos kilómetros separan
estas iglesias asturianas de las segovianas, lo que nos demuestra una vez más que
lo importante del símbolo es comprenderlo.
Iglesia de San Xuan d'Amandi. Amandi, Asturias. |
Iglesia de San Xuan d'Amandi. Amandi, Asturias. Detalle. |
San Xuan d'Amandi. Ábside con un arco poco usual. |
San Xuan d'Amandi. Detalle del ábside. |
A veces, los
símbolos se suman haciéndose compañía para realzar más el mensaje, y el caso se
da en las dos portadas asturianas mencionadas, donde las ondas descritas tienen
agregadas unas rosetas tetrapétalas. Asentado que las ondas, dientes de sierra
o de perro, como queramos llamarlo, representan las aguas bautismales, estas
rosetas son una especie de multiplicador del significado del símbolo bautismal.
San Xuan d'Amandi. Símbolo de Aguas Bautismales con rosetas. Lado derecho |
San Xuan d'Amandi. Símbolo de Aguas Bautismales con rosetas. Lado izquierdo. |
Efesios 4,5-6 "un Señor, una fe, un bautismo, y un Dios y Padre de todos".
Deuteronomio 6,4: "Oye, Israel: el Señor nuestro Dios, el Señor es uno”.
Mateo 28,19: "Por tanto, id, y doctrinad á todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo."
"entre las hipótesis que compiten entre sí, se debe seleccionar la que tenga menos supuestos. "
Tetrapétala en la cornisa de El Olmo, Segovia. |
Tetrapétalas en grupos de cuatro en Ntra. Sera, de la Asunción Duratón, Segovia. |
Para acabar
esta entrada que en principio iba a ser muy corta, pero está visto que yo no sé
ser breve, queda decir que, en las tantas veces mencionadas iglesias románicas
segovianas con el símbolo de las aguas bautismales en sus portadas, suelen ser
rosetas hexapétalas y a veces incluso octopétalas las que aparecen, abundando las tetrapétalas el alero.
Tetrapétalas bajo el símbolo del bautismo en San Pedro de Villanueva, Asturias. |
Barahona del Fresno, Segovia. Iglesia de San Cristóbal. |
Parroquial de Santa María la Antigua, Butrera, Burgos. Detalle de hexapétalas en la portada. |
Parroquial de Santa María la Antigua, Butrera, Burgos. Detalle de la portada. |
¿Y el OCHO de las octopétalas? Pues más de lo mismo: El 8 representa la SALVACIÓN, la resurrección, el paso a una nueva vida, es el día siguiente a la culminación de la Creación, el día en que el hombre empieza su vida. ¿Y que nos diría el principio de la parsimonia de nuestro buen franciscano Guillermo de Ockham? Pues puede que lo mismo: la salvación comienza por el Bautismo; las aguas que bordean o son bordeadas por las rosetas octopétalas son el primer paso hacia el Paraíso.
Tetrapétalas en la cornisa de la iglesia de San Cristóbal. La Cuesta, Segovia. |
Vuelvo a recalcar:
mi tercera regla postula que hay tantas interpretaciones como intérpretes, con
lo que admito y respeto cualquier otra opinión. Parafraseando a D. Mariano José
de Larra, este pobrecito hablador ha expresado la suya.
Antonio
García Francisco
Madrid,
octubre de 2021