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domingo, 8 de agosto de 2021

¿Inscripciones islámicas en iglesias cristianas?

 

Es imprescindible e inevitable aclarar que este trabajo no va destinado a eruditos ni a historiadores; simplemente es una publicación que pretende divulgar conocimientos que se van adquiriendo poco a poco, desde la sencilla actitud de practicar el quietismo, la inercia en la contemplación que predicaba Juan de Mairena, el personaje de D. Antonio Machado, que se definía como poeta, filósofo e inventor de una máquina de cantar.


A veces, el simple aficionado a contemplar el arte románico, como es el caso de un servidor, se enfrenta a hallazgos que suponen retos a sus limitados conocimientos.


Tal es el caso de lo que aparentemente es la contradicción de encontrar inscripciones árabes en templos cristianos, y digo aparente porque, desde un nivel básico de conocimientos, sabemos que hubo una época en la que las denominadas tres culturas -cristiana, árabe y judía- convivieron de manera más o menos pacífica en el territorio cristiano, aunque aún así, es chocante el caso descrito de encontrar frases islámicas en edificios cristianos.


Quien esto escribe ya había visto telas, ropajes, vestimentas de reyes y nobles medievales adornadas con caracteres árabes, pensando que tal vez fuera porque esos caracteres pueden suponer adornos, dibujos.


Hoy, en la iglesia parroquial de la Vera Cruz, en Cuevas de Provanco, provincia de Segovia, Julián de Francisco, el amable vecino con quien tengo el honor de compartir apellido y que ha tenido a bien hacerme el favor de abrirme la puerta del templo, me ha señalado unas cartelas en la viga inferior del coro preguntándome si eran dibujos, que nadie se lo sabía decir, a lo que no he dudado en responder que eso no eran adornos, eran inscripciones árabes muy similares a otras ya contempladas en diferentes lugares.

Viga del coro de la iglesia de la Vera Cruz de Cuevas de Provanco, Segovia, donde se encuentran las cartelas escritas en árabe.

Vamos con la explicación.

 Inmediatamente me ha venido a la cabeza la inscripción que adorna la puerta orientada al Norte en la iglesia de Santa María del Rey, en Atienza, Guadalajara. Para ponernos en situación, diré simplemente que es una puerta pequeña, rehecha, con dos arquivoltas de posiblemente tres que tuvo algún día. En la interior hay dos inscripciones: la primera, sorprendentemente en árabe; la segunda, en latín. Buscando información encontré, y cualquiera puede encontrarlo, que posiblemente sea la puerta de una antigua mezquita que en el año 1112 fue convertida en iglesia, basándose en que la inscripción en latín cita la era MCL, es decir, el año del Señor de 1112 ya citado.

Portada Norte de la iglesia de Santa María del Rey, Atienza (Guadalajara)

La cuestión es que esa inscripción, al-baqa’ lillah, que se repite varias veces, dice, según D. Francisco Layna Serrano, cronista provincial y su descubridor, “LA PERMANENCIA ES DE DIOS”, o también “LA ETERNIDAD ES DE DIOS”, siguiendo a D.  Ahmed Mahmoud Dokmak, profesor titular de la Universidad de El Cairo, quien nos advierte de que está escrita en cúfico de derecha a izquierda y viceversa, y que en realidad es una imitación incorrecta de la frase árabe «Albaqā lillah», «la eternidad es de Dios»


Detalle Santa María del Rey, Atienza (Guadalajara)

Detalle Santa María del Rey, Atienza (Guadalajara)


D. Francisco Layna Serrano va un poco más allá de la traducción y conjetura que, tras la reconquista, debieron quedar en Atienza bastantes familias musulmanas o mudéjares, destinándose a estas esa inscripción en su idioma vernáculo. (Layna Serrano, Francisco, Historia de la Villa de Atienza, aache Ediciones. Guadalajara 2004).


Siguiendo al periodista, gran investigador y autor de varios libros e infinidad de artículos sobre temas medievales, D. Ángel Almazán de Gracia, esta frase, con ligeras variaciones, se repite 422 veces en cúfico florido en la puerta del Patio de los Naranjos de la catedral de Sevilla. Continuando con este, nos enteramos de que:


“Así mismo en Toledo, en cuya taifa estaba encuadrada Atienza, se han encontrado restos islámicos y mudéjares en lo que fue un palacio califal de los siglos X-XI, en parte ocupado posteriormente por la Orden del Temple, donde puede leerse al-baqa’ lillah en sendos arcos de yeserías de las casas de la calle Soledad nº 2 y San Miguel nº 3, según C. Clemente San Román y A. García López. Así, en la primera, se repite varias veces «La soberanía es de Dios. El agradecimiento es para Dios. La permanencia es de Dios». Y en el arco mudéjar de la calle San Miguel se repite: «La gracia es Dios. El imperio es de Dios. La permanencia es de Dios».”

Inscripcion cúfica en la Puerta del Perdon de Sevilla.
Fotografía de ANGEL ALMAZÁN DE GRACIA

Pues bien, buscando información de las cartelas de Cuevas de Provanco, la he encontrado en la Enciclopedia del Románico de la Fundación Santa María La Real, y sin pudor alguno, la copio y plasmo en esta modesta entrada tras cumplir el mínimo requisito de citar la fuente:


“El espléndido coro muestra policromía y cartelas en árabe de las que sabemos gracias a Gustavo Turienzo su significado: LA-ALLAH ILA-ALLAH (“No hay Dios sino Dios”, o menos literalmente, “No hay más que un Dios”), probablemente formando parte de un complejo de catequización mudéjar fechable hacia la segunda mitad del siglo XIV o primer tercio del XV.”

 

O sea, que la primera idea de la convivencia mas o menos pacífica entre culturas parece ser que es corroborada por estas inscripciones realizadas por artífices mozárabes a manera de catequesis.

Iglesia de la Vera Cruz. Cuevas de Provanco, Segovia

Iglesia de la Vera Cruz. Cuevas de Provanco, Segovia


Iglesia de la Vera Cruz. Cuevas de Provanco, Segovia

Aquí podríamos dejar el tema; la curiosidad estaría satisfecha, pero hay un cabo suelto pendiente de resolver, y es que al principio dije haber visto decoraciones en diversos objetos cristianos realizadas en base a la epigrafía árabe. ¿No sería mejor dar algunos detalles? ¡Claro que sí, y a ello vamos! Además, ustedes, amables lectores, ya saben que siempre me gusta insinuar alguna especie de conclusión personal.

 

Inscripciones en lengua árabe se pueden encontrar en ricos tapices, como por ejemplo el “Paño Azul” del monasterio de San Zoilo, en Carrión de los Condes, Palencia, donde, esta vez siguiendo al erudito investigador del Románico D. Antonio García Omedes, gran referente para aficionados y para profesores y autores de nuestros días, 

“En el siglo XI el conde carrionés Gómez Díaz trasladó los restos de san Zoilo al monasterio benedictino de Carrión de los Condes, (…)

Estas telas llegaron de Córdoba (en el siglo XI) con las reliquias de san Zoilo, junto a las de san Félix y san Agapito como presente de los reyes árabes a los condes de Carrión. Probablemente se utilizaron los mejores tejidos que adornaban alguno de sus palacios para proteger aquellas reliquias sagradas para los cristianos.” 

Paño azul. Monasterio de San Zoilo, Carrión de los Condes, Palencia.

Paño azul. Monasterio de San Zoilo, Carrión de los Condes, Palencia.
Fotografía: A. García Omedes

Y el caso es que ahí están expuestas estas telas con su inscripción, de carácter cúfico simple en color amarillo sobre un fondo rojo, escrita de derecha a izquierda y de izquierda a derecha, de muy difícil traducción, en la parte superior, en letras amarillas sobre fondo rojo.


Otro ejemplo nos lo ofrece la denominada Majestad Batlló, una magnífica imagen de Cristo Rey de Reyes Crucificado (impasible al dolor, sin rastro de sangre, heridas y sin corona de espinas, a diferencia del Cristo Hombre lleno de heridas, sangre y rostro de sufrimiento), llamada así porque fue donación de D. Enric Batlló al Museo de Arte de Cataluña. En la orla de la túnica se pueden contemplar diversas letras árabes que no forman palabras.

Majestad Batlló. Cristo Rey de Reyes

Majestad Batlló. Detalle signos cúficos.

Aquí, y para no cansar más al lector, podría exponer una breve relación de objetos cristianos con inscripciones árabes, pero antes, y debido a que esta publicación va destinada exclusivamente para el blog de Radio Cangas Reconquista, que tantos cangueses siguen, no puedo reprimir la tentación de hablar de uno que les atañe muy directamente a los asturianos: el Arca Santa que se encuentra en la Cámara Santa de la Catedral Metropolitana de Oviedo.

Arca Santa. Catedral de Oviedo.

Huelga narrar aquí la historia del arca, pero no se puede dejar de decir que, tras varias peripecias huyendo de los persas llegó a nuestro país de la mano de San Fulgencio, quien se la entregó a San Isidoro de Sevilla. Nuevas aventuras tipo Indiana Jones hasta que recaló en Oviedo en el siglo IX por manos del rey Alfonso II el Casto. Lo que a nuestro cuento interesa sucedió en el siglo XII, cuando doña Urraca, reina de León apodada en su época La Temeraria, mandó recubrirla de plata, porque aquí es cuando entra en juego el orfebre que buriló en las bandas próximas a las aristas unas frases árabes que, como siempre, se repiten varias veces. Tienen errores porque posiblemente el artesano no hablaba árabe, pero se pueden leer claramente algunas frases: “la prosperidad, la bendición, Dios”; “la bendición de Dios, la felicidad, el poder”; “la bendición, la gloria, el poder”.

Arca Santa, Cámara Santa de la Catedral Metropolitana de Oviedo


 Compañera de aposento es la arqueta del Obispo San Arian, Arias o San Ariano, en la que se puede leer con dificultad: “La grandeza perpetua, la dicha perpetua, la dicha permanente, la bendición completa para su dueño”. En una banda se lee: “el poder es de Dios”, con una remota semejanza con el mensaje de Santa María del Rey en Atienza, “la eternidad es de Dios”, ...




Arqueta del Obispo San Arian. Parte delantera. Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.

Arqueta del Obispo San Arian. Parte trasera. Cámara Santa de la Catedral de Oviedo.

...y la de Santa Eulalia, donde el orfebre buriló la frase: “Bendición a la comunidad, gracia completa, bienestar cumplido, paz duradera, felicidad, gloria, Reino eterno, gracia completa, bienestar cumplido, excelsitud sublime, salud perpetua con honra.”

Arqueta de Santa Eulalia. Cámara Santa de la Catedral Metropolitana de Oviedo.

En fin, la prometida lista de algunas obras medievales cristianas rotuladas con letras árabes podría completarse, sin que esta lista sea cerrada, con las arquetas y urnas conservadas en monasterios; libros de la época guardados en museos de catedrales o estanterías de la Biblioteca Nacional de España y de otros países europeos; también como las arquetas de Silos, las de Leyre, otras más de la catedral de Oviedo, o de la catedral de Palencia, de la Colegiata de San Isidoro de León… o las yeserías del monasterio de Las Huelgas de Burgos y las pinturas románicas del ábside de San Vicente de Taüll, conservado en el MAC, donde un arco del ábside está decorado con un elemento de epigrafía árabe ornamental, realizado en cúfico florido, y que se repite varias veces formando una graciosa orla decorativa.

San Vicente de Taüll, Museo de Arte de Cataluña.

Detalle.

Para concluir, tenemos que considerar que la lengua árabe tiene hoy en día presencia en nuestro idioma, palabras suyas se enseñorean en el diccionario de la RAE, lo cual conduce a pensar que en el siglo XII tendría mucha más influencia, y todo apunta a que, aparte de las piedras reutilizadas de otros edificios, como el caso de Santa María del Rey en Atienza, la grafía cúfica fue utilizada como ornamento por esa belleza, casi simétrica, que encierra en sus rasgos estilizados, evolucionados de la caligrafía ordinaria que carece de tantos trazos curvos que le dan armonía. 

Yesería del monasterio de Las Huelgas, Burgos.

Yesería del monasterio de Las Huelgas, Burgos.


Y que contengan errores no importa, porque solo son adornos y en el fondo lo que subyace es el mensaje de la grandeza de Dios, quien, salvando lo salvable, era el mismo para musulmanes que para cristianos. Este hecho indica que no debían de existir excesivas reticencias a la hora de equiparar la fe en un mismo Dios, único en ambas confesiones monoteístas, pero la gran diferencia radica en que no aparece por ninguna parte la más mínima mención al profeta Muammad, lo cual sería impensable en un escrito inequívocamente musulmán. Es decir, que las grafías árabes en objetos cristianos, tienen su propia idiosincrasia.


En definitivas cuentas, parece ser que, en muchos casos, nos hallamos con grafías seleccionadas y copiadas del árabe por artesanos que desconocían los entresijos de esa lengua, pero que conocían el valor de la traducción como bendición o catequesis, porque solo difieren de las musulmanas de al-Ándalus en que son copias incorrectas. Tal vez fueron realizadas por artesanos cristianos, probablemente mozárabes, que apenas conocían ya la lengua y la grafía cúfica árabe. Sea como sea, ahí las tenemos para disfrute de nuestra vista casi mil años después. No dejemos pasar la oportunidad de contemplarlas cada vez que tengamos ocasión de hacerlo.


Bibligrafía: como comentamos muchas veces nuestro ya conocido amigo Pedro Lozano Huerta y un servidor, los aficionados podemos verlo todo, pero siempre necesitaremos acudir a los especialistas para comprender lo que no alcanzaríamos nunca sin su ayuda.

Recomiendo especialmente la lectura de:

Mahmoud Dokmak, Shawky Sayed, Zeinab. Aportaciones de la epigrafía árabe en el arte románico español. Una faceta de la cultura árabe – islámica medieval.

Martínez Núñez, María Antonia. El Arca Santa, la Arqueta del Obispo Arias y la Arqueta de Santa Eulalia.

Pavón Maldonado, Basilio. ARQUITECTURA Y DECORACIÓN EN EL ISLAM OCCIDENTAL. ESPAÑA Y PALERMO (ITALIA). Capítulo V DECORACIÓN ANIMADA.


Antonio García Francisco.

Colmenar Viejo, verano de 2021