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jueves, 28 de enero de 2021

Pieza 50.181 del Museo Arqueológico Nacional: Pila bautismal de San Pedro de Villanueva

 

Cuando uno se embarca en la tarea de trastear por los archivos sin ser un profesional de la investigación ni conocer el funcionamiento, puede enfrentarse a tres situaciones. Una, que no encuentre nada; otra, que lo encontrado sea menos de lo esperado. Y la tercera posibilidad, que encuentre más de lo que buscaba y la información le sobrepase.

Pues algo parecido a la tercera situación me ha ocurrido en esta ocasión. Cuando buscaba información sobre la pila bautismal del monasterio de San Pedro de Villanueva, en Asturias, lo primero con lo que topé fue con unas fichas de la misma en el Museo Arqueológico Nacional, lugar donde he pasado tantas y tantas mañanas de domingo contemplando lo que nos dejaron nuestros antepasados como testigo y legado de su presencia en la vida y su paso por el mundo.


A través de ellas tomamos noticia de que se trata de la pieza reseñada con el número 50.181 del inventario del Museo. Tan impersonal como el número de un preso en una institución penitenciaria, pero necesario para su identificación y localización.

En la primera ficha se hace una buena descripción de la pila. La segunda es la correspondiente a un fondo bibliográfico, el de la lámina publicada en el tomo IV del Museo Español de Antigüedades (págs. 435-441), año 1875

Datación 1101=1200 (S.XII 1114) 
Lugar de Procedencia San Pedro de Villanueva, Cangas de Onís (Cangas de Onís (comarca), Asturias provincia)
Lugar Específico/Yacimiento: San Pedro de Villanueva 
Forma de Ingreso: Donación
Fecha de Ingreso 09/10/1868”

Muy aséptico, pero al menos ya sabemos que es una pila románica, conocemos sus medidas y su ornamento, y que la mandaron hacer Juan y María en la era 1152 (era hispánica), lo que se corresponde con el 1114 año de Dios.

¿Hay algo más que debiéramos saber?

Pues sí. Aunque lo trataremos en profundidad en una entrada aparte, antes de ver la ficha de la lámina vamos explicar que en la Edad Media el calendario era diferente al actual, pues se manejaba el calendario juliano, establecido por Julio César el año 46 antes de Cristo, el cual comenzaba a contar desde el año 708 ab Urbe condita, o sea, desde la fundación de Roma. En Hispania, no se sabe bien el porqué, se empezó a contar a partir del año 746 ab Urbe condita, o sea, el 38 adC.

Estamos, pues, hablando de la que se denomina “era Hispánica”.

Explicado grosso modo y en líneas muy generales, en el siglo VI se calculó el nacimiento de Cristo. Se siguió utilizando la era hispánica como método de cómputo del tiempo. Fue abolida definitivamente el siglo XV, lo cual obligó a ajustar fechas, y la única manera de ahcerlo fue atrasar el calendario los 38 años de desfase entre la era hispánica y el Año de Dios, Era Domini o Anno Domini. Así, a la era 1152 la restamos 38 años de desajuste y nos hemos trasladado al 1114 annus Domini. Como dije, otro día hablaremos de ello en profundidad.

Volviendo a nuestra pila bautismal, reproducimos la segunda ficha del Museo Arqueológico, aunque aporta poco. Nos da otro hilo del que tirar, pues nos habla de una publicación titulada “Museo Español de Antigüedades” y a ella recurriremos.


Seguimos buscando. Los fondos del Ministerio de Cultura son para los aficionados como el Arca de la Abundancia navegando perdida por un abismo. Inagotables pero difíciles de encontrar, al menos para quien esto escribe.

Ha habido suerte, ya está localizado sin mucho esfuerzo lo que buscábamos:

Portada de la revista. Tomo IV año 1875

Ahora vámonos a las páginas 435 a 441:

Empieza D. José Villa-Amil y Castro, “Individuo del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Anticuarios, y Académico Correspondiente de la Historia”, además de doctor en Derecho y jefe de dicho Cuerpo administrativo, por darnos una PARTE I de tres páginas, introductoria acerca de las pilas bautismales y las bondades del Bautismo, pero que no nos interesa. Es tan rica en detalles y en datos que los corroboran, que más bien parece un tratado de Derecho Canónico que una exposición de Historia del Arte.


En la parte II es donde ya entra en el detalle de la pila. Comienza con una rica descripción del monasterio:

“De historia incierta el monasterio de San Pedro de Villanueva, le han conquistado lugar de importancia entre los monumentos históricos más apreciables, ciertas esculturas que adornan la portada de su iglesia…”

               Nos remite a la historia que ya conocemos acerca de la desventurada muerte del rey don Favila y se basa, cómo no, en la obra de nuestro buen obispo de Tuy y Pamplona fray Prudencio de Sandoval. No nos vamos a volver a entrar en ella otra vez.

Hace después alusión a otros autores que discuten a Sandoval, a quien disculpa sus errores en cuanto a la antigüedad del edificio, se desentiende de la portada y se centra en lo que le interesa, la pila bautismal.

Copio al pie de la letra con la ortografía de la época:


Además de la iglesia propiamente monástica, tenía este monasterio otra destinada a parroquia -lo mismo que otros monasterios que estaban encargados de la cura de almas- de la cual ninguna noticia dan los escritores modernos ni mayor podemos darla que la consignada por Sandoval, … con estas palabras: “Tiene este monasterio dentro de su cerca la Iglesia parrochial distinta de la del monasterio, como se halla en todos los monasterios antiguos; sírvela un clérigo…” Fáltanos ahora saber cual de esas dos iglesias, la parroquial o la monástica, es la que hoy se conserva, pero parece probable que sea la segunda. En la otra es donde debió estar colocada la pila bautismal que nos ocupa.”

 “Es la pila contemporánea de la iglesia […] cuyo año de fabricación ella misma nos revela, así como los nombres de las personas, marido y mujer probablemente, que la hicieron, no con sus manos, sino costeándola, con arreglo al propio y recto sentido aquí de la palabra fecerunt: circunstancias ambas que constan en la inscripción que corre al rededor (sic.) de toda ella

JOANNES ET MARIA FECERUNT HOC OPUS IN ERA MaCLII(Año 1114 de nuestra era)


A continuación, nos da las medidas y nos informa de que “pudiera servir bien para la inmersión de un niño, pero de un niño de muy poco tiempo solamente” y que corresponde a las pilas de transición, a mitad de camino entre las grandes pilas de inmersión y las actuales que sirven para contener y recoger el agua derramada sobre el bautizado. Volveremos sobre este tema.

“Elegantes y bellísimas orlas de gusto bizantino han sido llamados los follajes serpenteantes que la adornan en su parte superior y en la inferior, con las cuales y la inscripción viene a quedar dividida en cinco fajas (…) 

“En el borde se notan profundos rebajos, que se causaron con haber servido largo tiempo para que afilasen en él las hoces los labradores cercanos a la casa del señor Cortes y Llanos donde se ha conservado en Cangas de Onís, hasta que, por liberal donación de ese señor, fue trasladada al Museo Arqueológico nacional (sic.)”.


          “Si esta pila continuó, como cabe suponer, sirviendo para la administración del bautismo hasta tiempos muy modernos (estamos en 1875), debió estar provista con su correspondiente tapa y cerrada con llave (1), y metida en una capilla particular, si la iglesia la tenía, con todo el decoro exigido por las disposiciones sinodales de los tiempos de que data la reforma disciplinaria de la Iglesia para la guarda de las pilas bautismales"

“La sencillez de la nuestra no nos autoriza para extendernos a analizar el esplendor que el arte cristiano ha desplegado en algunas ocasiones para la decoración de estos importantes accesorios del templo, y de lo que es notable ejemplo la tan famosa pila de Hildesheim.”

Por otra parte, su falta absoluta de ornamentación iconográfica nos evita el descender a las prolijas descripciones y entrar en las investigaciones extensas a que suelen arrastrar los asuntos esculpidos en los objetos historiados; así como, su destino, perfectamente conocido, nos exime de cansarnos en investigar los usos que pudo y debió tener; y su fecha, consignada en ella misma con toda claridad, nos liberta a amontonar datos y de tratar de detenernos en deducir de sus caracteres intrínsecos y extrínsecos la época probable en que fue labrada.”


Firma de D. José Villa-Amil y Castro


        (1)  El precepto de tener cubiertas las pilas se remonta al siglo XI, y sobre este punto dio posteriormente una constitución San Edmundo en 1236. Obligó a cubrirlas con una tapa de madera, cerrada con llave o con sello de cera, mientras no fueran utilizadas. Todas ellas debían tener un orificio de salida de agua, pero como ésta estaba consagrada, permanecía mucho tiempo en la taza, a veces meses enteros, lo que ocasionó que muchas se deterioraran por la humedad.

 “Estén las pilas en vna capilla o en vna red al rededor cerrada con su llaue: e las tengan cubiertas: y en las yglesias que esto no se pudiere hazer, por no tener capillas o lugares desocupados, donde las tales redes se puedan hazer, (…) Que tengan sus cobertores de madera puestos de manera que se puedan cerrar con llaue: y que aquesta llaue tenga el rector o su lugar teniente” (sic.) (Constituciones Sinodales del Obispado de Córdoba, año 1520.

En las Constituciones Sinodales de Oviedo se dice que:

“En cada Iglesia parroquial ha de auer pila de Baptismo, y en la Iglesia anexa, como tenga quinze vezinos, y estará en vna capilla particular (donde pudiere auerla) muy limpia y cubierta con su tapa, y cerrada con llaue: y donde no vuiere capilla por lo menos estará cerrada con llaue, porque tal guarda requiere el lugar donde se administra tan grande Sacramento, y esta llave tendra el Cura, como ministro ordinario, que es, de este Sacramento” (sic.)

Hasta aquí la descripción literal que se hizo hace ciento cuarenta y seis años. Es la descripción física adornada con apreciaciones personales.

Vayamos ahora con las apreciaciones propias, con detalles que parece que se pasaron por alto al señor Villa-Amil.

        Ciertamente, la pila es más pequeña que las del mismo siglo que estamos acostumbrados a ver en Castilla y León. Sus medidas son de 63 centímetros de altura y 75 de diámetro, frente a los, por ejemplo, 144 cm de diámetro y 98 cm de altura desde el suelo al borde, de la pila de la iglesia de Ntra. Sra. de la Asunción, Caballar, Segovia, también del siglo XII, 

Pila bautismal de Caballar, Segovia



pero no se tuvo en cuenta que en la Asturias del siglo XII ya no era necesario realizar tantos bautismos a adultos y con el paso del tiempo desde el siglo X se había dado un aumento de bautismos de niños ya instruidos en la fe cristiana. 

Iglesia de San Miguel Arcángel, castillo de Turégano, Segovia



Además, siguiendo muy atentamente a la gran especialista en pilas bautismales, doctora doña Garbiñe Bilbao López,

<<Es necesario incidir en el hecho de que el Occidente medieval sólo conoció un tipo de bautismo que, además, fue el mismo que ya aparece en los frescos de las catacumbas y las   escenas de los sarcófagos del primer arte cristiano: inmersión parcial -mayor o menor según las dimensiones del recipiente bautismal y del propio neófito- complementada con la pila de Villanueva refiriéndome a un aspecto triple infusión del agua sobre su cabeza. Aunque es cierto que las pilas carentes de pie, como ésta de Villanueva, muestran un aspecto más arcaizante, no es correcto denominarlas "pilas de inmersión", ya que los textos sinodales y los cánones de los concilios de aquellos siglos prueban que la inmersión fue el único rito bautismal dispensado en cualquier tipo de pila. Así pues, es evidente que el calificativo "de inmersión", so pena de no clarificar nada, induce a error, siendo más conveniente evitar su uso.>>

Pieza 50181 MAN

Para acabar, sin que se me olvide agradecer la ayuda recibida de Pedro Lozano Huerta, gran conocedor del románico y quizás la persona que más pilas bautismales haya visto en toda España después de Dª María Esther Garbiñe Bilbao López, hay que añadir que la decoración vegetal quiere decir que estamos ante la mítica Fuente de Vida Eterna que hay en el centro del Paraíso de Dios, cuyas aguas confieren la inmortalidad al alma del bautizado, sin perder de vista que cada representación vegetal tiene un significado diferente.

Pieza 50181 MAN

 Por ejemplo, los árboles expresan la idea de vida fértil y abundante; las hojas y frutos de la vid representan la presencia de Cristo Eucarístico, lo mismo que las espigas de trigo; las flores son una representación del Jardín del Edén; la flor de lis es la flor del Rey del Mundo y de la santidad; el lis simboliza el Acto Redentor llevado a cabo por Cristo, mediante el cual purificó a la Humanidad del pecado original; la palma es el símbolo del martirio… Y en el mismo sentido se expresa la doctora en Historia del Arte Dª Ana María Quiñones Costa, para quien

“Nada mejor que las pinturas de las catacumbas, los primitivos sarcófagos y los mosaicos de iglesias y mausoleos para observar la asimilación de signos y símbolos de otras religiones; así, símbolos como la vid y las escenas de vendimia, propias del culto dionisíaco serán entendidas como símbolos de la Eucaristía; las guirnaldas de flores identificadas con la inmortalidad; la corona que encierra el crismón y lo eterniza constituye una supervivencia clásica de los clípeos o escudos con el que los romanos circunscribían las imágenes de los mayores para darles valor de eternidad; etc…”
Pieza50181MAN
 

A través de estos signos y símbolos, que a veces eran figuras, animales o vegetales, los cristianos exponían sus conceptos religiosos, expresaban su fe; no les movía un mero y simple interés decorativo y estético, pues de una manera u otra querían decir que el hombre pagano a través del Bautismo era redimido de sus pecados, renaciendo a una nueva vida espiritual y obteniendo la purificación de su alma. 

 En la pila bautismal de San Pedro de Villanueva tenemos las guirnaldas que recorren toda la circunferencia de la pila, las cuales son una metáfora de la Naturaleza en perpetuo renacimiento, o sea, la inmortalidad.

Esto es lo que le espera al bautizado cuando se abre al mundo de Dios, su alma inmortal está limpia de pecado, así lo significan flores y tallos que son regados por las sagradas aguas bautismales que harán que nunca perezcan.

Nadie daba puntada sin hilo; lo que vemos como adorno pocas veces carece de explicación. El que se bautizaba en nuestra pila enraba en el Paraíso. Los comitentes de la misma, IOANNES ET MARIA, rodean su nombre con sendas guirnaldas, símbolo de eternidad, porque también buscan entrar en el Paraíso lavando los pecados que pudieran haber cometido después del Bautismo, lo cual hacen con las lágrimas de la Penitencia y el testimonio de sus buenas obras, el testimonio de las mismas hecho piedra que hoy contemplamos ochocientos años después.

Porque las palabras se las lleva el viento y lo escrito perdura, y más si quedó escrito en un libro de piedra.

Pieza 50181 MAN


Hoy en día continúa la pila de San Pedro de Villanueva en el Museo Arqueológico Nacional, en la Sala 27, la cual permanece cerrada al público obedeciendo a las medidas tomadas por la  la dirección del mismo de cara a la pandemia, pero puede ser admirada desde el pasillo, acompañada de capiteles, columnas, monumentos funerarios y la que probablemente sea su amiga con la que charle por las noches, cuando las luces del museo se apagan y los guardas hacen las rondas, de las nobles cabezas bautizadas en su vaso,  la pila bautismal de Mazariegos, Burgos, de muy distinta factura y más antigua según su ficha del MAN, objeto 1932/8/1, pues afirma que en ella pone Era MC, lo que la sitúa en el año 1062 de nuestra era, aunque la doctora Garbiñe Bilbao afirma que pone ERA MCXC* (falta un signo) o sea, unos 40 años más joven. Y no solo está fechada la burgalesa, sino que también sabemos que la hizo o mandó hacer, pues junto a la fecha dice “/ PET(R)UZ ME FECIT”.  Aquí cabe más duda: ¿Petrus fue el tallista o el comitente?


MAN. En primer término, pieza 1932/8/1, pila Bautismal de Mazariegos, Burgos. Al fondo, pieza 50181, pila bautismal de San Pedro de Villanueva, Asturias. Todas las fotos popias han sido tomadas desde el pasillo.


La sala 27 está dedicada a los Reinos Cristianos y en ella se muestra el papel de los monasterios en la preservación y difusión del pensamiento religioso y el de las ciudades en la producción artesanal y en la organización social. Una lástima no poder pasear por ella para vivir un conjunto de sensaciones que nos ayudarían a viajar en el tiempo hasta la Edad Media peninsular. Seamos positivos y contemplemos sosegadamente las salas abiertas, no sea que por la pena de no ver alguna sala dejemos de disfrutar de las que tenemos a nuestro alcance.

Antonio García Francisco

Madrid, enero 2021


sábado, 23 de enero de 2021

En recuerdo de Agustín, nuestro compañero de radio



Si como de una macabra efemérides se tratara, este nuevo año también nos obliga de prescindir de una persona distinta, muy ligada a la comarca que hizo de la cultura y la educación la mayor de sus ilusiones.

Tengo que remontarme a mediados de los años 80 al escribir estas líneas. Durante esos años, la embrionaria Radio Cangas 85 se nutría de estudiantes, maestros y profesores de los centro de enseñanza de la ciudad. En una de esas reuniones se presentó un muchacho de poco mas de 20 años, integrante de la plantilla del Colegio Público Reconquista; Agustín García Romero-Nieva comenzaba a dejar su impronta en esta pequeña radio escolar.

Sus inicios radiofónicos fueron tremendos en cuanto al contenido. Como control de sonido de alguno de sus programas, este que suscribe, descubrió su enorme colección de vinilos donde la calidad sobrepasaba todo lo que mis ignorantes ojos hubieran visto hasta la fecha. 

Su inclusión en las ondas representó un enorme salto de condición y nos acercó a todos los cangueses  a algo inédito, radio de una calidad solo comparable a aquellas emisoras comerciales de ámbito nacional: Eagles, Pink Floyd, Chicago, Springsteen....su calidad musical solo era comparable a su gran conocimiento del tema. Sin lugar a dudas, Agustín nos abrió las puertas a los jóvenes de grupos totalmente desconocidos, marcando, como en mi caso, tras él nuestros gustos. Como todo en este mundo, su Buhardilla tuvo su fin ante el cambio de destino docente, privándonos de tenerlo. 

Los años pasaron inexorablemente y en el 2015 nos encontramos por casualidad en la calle San Pelayo: ese domingo marcó el encuentro de dos personas que no habían olvidado aquellos años de radio de hacía casi 20 años y nuestras comunes ilusiones al respecto nos pusieron como meta el abrir la suya, su hija radiofónica, el culmen de un proyecto que, aunque dormido, no por ello olvidado. La vida te guarda momentos especiales y creedme ese fue uno de ellos. 

A partir de ese día la vida nos reunió en varios eventos a la vez que descubría, no sin sorpresa, que su implicación en los Encuentros le confirieran la oportunidad de mostrase como ponente en una de las charlas que Radio Cangas grababa. Mientras esto se realizaba, sus palabras me trasladaban hacia esos olvidados años de Radio Cangas 85 y  veía que seguía siendo el mismo chavalin que llegaba lleno de nervios al estudio de la radio, que sus prisas por contar sobrepasaban el impulso nervioso de echar a correr, su ilusión por comunicar, por enseñar, por compartir, resume la personalidad de una persona afable, educada, buen esposo y mejor padre.

Para aquellos que tenemos que sufrir esta pérdida, nos queda el consuelo de que seguro que nos esperarás asomado a tu Buhardilla, esperándonos para pinchar uno de esos vinilos, charlar de tu Frassinelli adorado junto a tu amiga Dulce, o escuchando, también cabe la posibilidad, algún tema tus adoradas hijas.
Para terminar solo me resta dedicarte una canción, como no. Seguro que te gusta más que cualquier otra cosa.

Adiós amigo.














martes, 19 de enero de 2021

El nudo de Salomón

 

Por muy redundante que parezca, empecemos por el principio para no liarnos: el “nudo de Salomón” es un ideograma.



"Un ideograma es un signo gráfico que representa un concepto o idea de forma sintética y no por análisis de sonidos o formas. Por ejemplo, la imagen del dedo índice señalador es un ideograma. Es simplemente un concepto, no constituye una secuencia de sonidos y tiene el significado de ir allí o en esta dirección. Puede usarse en combinación con palabras u otros ideogramas, por ejemplo, la escalera a la derecha o recoger su equipaje en este lugar".


Ejemplo de ideograma que nos indica la dirección a seguir para encontrar la salida.

Consiste el nudo de Salomón en dos eslabones cruzados perpendicularmente de manera que se entrelazan cuatro veces. Por lo general, tienden a mostrar un remate redondeado, si bien otra variante los termina en ángulo agudo, dando al nudo una forma picuda. Se cree que debe el nombre a que fue muy utilizado en la ornamentación de las sinagogas antiguas, lo que probablemente dio lugar a la asociación del símbolo con el rey Salomón. 

Antes de continuar, conviene hacer notar que es frecuente mezclar la idea “nudo de Salomón” con la de “sello de Salomón. De ello nos avisa D. Josemi Lorenzo Arribas, doctor en Historia Medieval en la UCM:

"No hay ninguna fuente antigua ni medieval que lo defina [el nudo], como tampoco el sello salomónico que el arcángel San Miguel entregó al rey sabio (Salomón, Sulaymān), con el que se confunde. De hecho, uno de los principales problemas actuales es que no hay ninguna uniformidad en la literatura científica a la hora de distinguir y nombrar signos distintos asociados al rey judío, nudos, estrellas, sellos, escudos, por lo que se añade confusión suplementaria, fruto de la asociación de Salomón a una innumerable cantidad de obras de signo ocultista que tuvieron popularidad en la Tardía Antigüedad y en la Alta Edad Media, si bien es verdad que esta influencia llega ya de manera bastante devaluada al Siglo de Oro."

Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. XII, nº 22, 2020, pp.1-38 e-ISSN 2254-853X

Sabemos que eran muy utilizados en los mosaicos romanos desde al menos el siglo II, así lo atestiguan los del MNAR de Mérida, Badajoz, como motivo decorativo, tanto en grecas como en el centro, y tanto girando a la derecha como girando a la izquierda, lo cual, esto del sentido, también tiene su interpretación sobre la que no nos vamos extender. 







Detalles de mosaicos romanos en el Museo Nacional de Arte Romano de Mérida, Badajoz.

No obstante, dicen que ya era conocido y representado en las tallas de la Edad de Piedra, cosa que no podemos asegurar por dudas razonables. También aparece en castros celtas, lo cual, en principio, nos sugiere una simbología mágica. No lo aseguramos rotundamente porque son documentos en piedra que pudieran haber sido grabados en otra época posterior, pensemos en que asentamientos celtas o iberos fueron repoblados por civilizaciones posteriores.

Estela en el Monte de Santa Tecla, La Guardia, Pontevedra, 
Castro celta del siglo I adC.

Se popularizó en la Edad Media de tal modo que este símbolo empezó a aparecer en las iglesias y no se sabe por qué, pero quedó ligado la historia legendaria y mágica de los templarios y de rituales judaico cristianos, siempre representando que la sabiduría llegaba a la cima del poder.  

Cruz celta con nudo de Salomón “picudo”

Quedó dicho más arriba que fue muy utilizado en la ornamentación de las sinagogas antiguas, 

Sinagoga de Bova Marina, Nápoles. Siglo IV a VI

Y también ha quedado establecido que lo forman eslabones de cadena entrelazados. Bien, si seguimos pacientemente el trazado, vemos que nos llevan arriba, abajo, a la izquierda y a la derecha, de forma independiente cada eslabón, pero al mismo tiempo indisoluble. ¿Alguien intuye ya que puede ser el símbolo de un algo que incluya una dualidad dentro de una unidad? Incluso, si lo idealizamos, tendríamos algo sin principio ni fin. Pues eso estaría bien, pero seguir por ese camino sería meterse en honduras, la observación de los sitios donde se encuentra nos dice que más parece ser que se trata unas veces de un recurso decorativo y otras un símbolo protector, apotropaico.

Apotropaico: Dicho de un rito, de un sacrificio, de una fórmua, etc.: Que, por su carácter mágico, se cree que aleja el mal o propicia el bien. Diccionario RAE.





 Estos son los tipos básicos. A partir de aquí la geometría permite muchas combinaciones. Comienza con el modelo más sencillo, el rectangular, pasa por los redoneados, por el "picudo" y termina en el lineal.  Los dos redondeados se diferencian en el número de cordones que contienen. El número de cordones no significa nada.


               Iglesia de San Bartolomé, Almenno San Bartolomeo, Bérgamo, Italia

Decimos que es un elemento decorativo porque así se le considera desde el siglo XIII, o al menos, cuando aparece incluido en el Reiner Musterbuch (1208-1213), un libro que incluye modelos de repertorios decorativos y que dedica alguno de sus folios a distintos diseños de formas geométricas, entrelazos y nudos, entre ellos, el de Salomón. De aquí lo toman los iluminadores de códices medievales, pues el nudo de Salomón es una de las formas más simples. También se denomina símbolo de la divina inescrutabilidad, un nombre más rimbombante que significativo. 


Reiner Musterbuch, detalles.

Y decimos que es un elemento protector o apotropaico porque aparece en puntos estratégicos de algunos templos, pero lo cierto es que su plástica se presta al diseño difícil, geométrico, agradable a la vista y puede que esotérico por lo que posiblemente representa o puede representar en tanto que es un ideograma. Además, veremos una leyenda que pudiera justificarlo.

Capitel del monasterio de Santa María de Estany, Estany, Barcelona.

Se dice también que este símbolo fue el sello particular de los canteros italianos medievales conocidos como los Maestros comacini, un grupo de constructores, canteros, albañiles, carpinteros y artistas unidos en gremio desde el siglo VII. Fueron los primeros maestros del románico lombardo del siglo XI y daban al nudo un significado místico por ser un símbolo del movimiento eterno, la unión del espacio y el tiempo, entre lo consciente y lo inconsciente, entre lo humano y lo divino, algo que luego aprovecharon los masones.

“El Comacino creía en su nudo místico; para él era un signo de los caminos inescrutables e infinitos de Dios cuya naturaleza es la unidad. El nombre tradicional de estos entrelazamientos entre los italianos es "nudo de Solomon."(Comacine work, Scott Leader (1899) pág. 82


 

Valor apotropaico en la portada de la iglesia del Arcángel San MIguel en Idiazábal, Guipúzcoa. 
Aleja el mal o propicia el bien.

                Valor apotropaico en la pila bautismal de la iglesia de Santa María, Bareyo (Cantabria).

Valor apotropaico en la pila bautismal de la iglesia  Taufbecken Suurhusen Kirche
Alemania, romanico tardio del siglo xv 



Valor apotropaico en la pila bautismal de la iglesia parroquial de La Santa Fe, en Zaldibia, Guipúzcoa

Valor apotropaico reforzado con la figura de la serpiente en el monasterio de San Salvador de Leyre, Huesca .  En este caso, la serpiente pudiera estar represnetando el símbolo positivo de la Prudencia o la Sabiduría (Mt 10,16)

Valor apotropaico en la portada de la iglesia de Santa María la Real de Sangüesa, Navarra.

Desde la modestia que debe caracterizar a los aficionados, tengo que reconocer que carecezco de medios y conocimientos para profundizar mucho en el significado del nudo de Salomón, pero sí puedo intentarlo con base en las teorías que lo justifican, las cuales, a su vez, están sustentadas por tres leyendas.

Una primera leyenda asegura que el Rey Salomón recibió de Dios el encargo de proteger a un pueblo, el cual estaba amenazado por tres grandes rocas que si se desprendieran rodarían pendiente abajo desde una colina y lo destruirían. Salomón las sujetó con una soga y aseguró el lazo con este nudo que él mismo inventó, quedando de esta manera protegido el pueblo. Casi un cuento para niños, pero una explicación a fin de cuentas, y una posible interpretación que veremos al final.

Hay otra teoría que se apoya en una segunda leyenda, o en un texto si lo preferimos, El testamento de Salomón, del siglo I a IV de nuestra era, según la cual el arcángel Miguel le dio al rey Salomón un anillo con un símbolo poderoso que le daba poder sobre los demonios. Con él podría dominarlos y hacerlos trabajar en su propio beneficio.

“Y sucedió a través de mi oración que la gracia me fue dada por el Señor de los ejércitos por su arcángel Miguel. Él me trajo un anillo con un sello que consiste en un grabado de piedra, y me dijo: "Toma, oh Salomón, rey, hijo de David, el don que el Señor Dios te ha enviado, el más alto de los ejércitos. Con este anillo has de encerrar a todos los demonios de la tierra, hombres y mujeres, y con su ayuda has de construir Jerusalén. Pero tú debes usar este sello de Dios.”  ("Testamento de Salomón", texto falsamente atribuído al Rey Salomón).

Ese símbolo poderoso no era otra cosa sino un "trazo sin fin", como una cinta de Moebius.  Los demonios eran curiosos y si veían una línea, tenían que seguirla. En el caso del nudo de Salomón la línea es interminable y el demonio quedaría atrapado dentro del propio símbolo. De esta manera fue capturando demonios hasta que hizo prisionero al mismísimo Belcebú y los puso a trabajar en la construcción del templo. De ahí su valor apotropaico, pues los demonios lo conocen y lo temen, jamás se acercarán a él.

 La leyenda es larga y muy bonita. Quizás esto sea "forzar" un poco la interpretación, pues el diseño de trazo sin fin más parece ajustarse al "sello de Salomón" que al "nudo de Salomón", pero ya quedamos al principio en que no hay textos que definan a uno ni a otro.

Llegados a este punto, cabe decir que la misma leyenda la escuchamos de boca de un guía en las ruinas del monasterio de San Pedro de Arlanza, en Hortigüela, Burgos, contemplando un tablero de alquerque que hay grabado junto a la puerta del templo: los demonios se pondrían a jugar en él una y otra vez, el juego no terminaría nunca y de esa manera no entrarían en el recinto sagrado. 

Además, cuando llevara puesto este anillo, podría hablar el lenguaje de los animales: peces, pájaros, mamíferos, reptiles… Todos los seres vivos.

Iglesia del Salvador, Sepúlveda, Segovia. 
¿Será Salomón en animada charla con un reptil bajo la influencia del anillo?

Como también lo hemos visto primorosamente esculpido en la portada de la iglesia de San Miguel, en Idiazábal, Guipúzcoa, siglo XII, y en forma de grafiti en el ábside de la iglesia románica de El Salvador, en Sepúlveda, Segovia, siglo XI, aceptamos que pudiera tener un sentido apotropaico para impedir que los demonios se acercaran al templo en Idiazábal o a los enterramientos de los alrededores del ábside en Sepúlveda. En este momento se representan aislados, frecuentemente en soportes inusuales, y con fines apotropaicos, pudiendo así quedar establecido su sentido protector. 

Idiazábal, Guipúzcoa
             Fuste de una columna románica del claustro del monasterio de Santo Domingo de Silos

Pero también lo encontramos en capiteles, unos burdos, otros primorosos, y esto nos llevaría a una tercera leyenda:


“…cuando el rey David se encontraba en los umbrales de la muerte, llamó a su hijo y sucesor, Salomón, para la despedida final. Salomón era joven, inexperto y estaba muy preocupado por la corona que pronto sería suya. Le rogó a su padre que le dejara algo que pudiera serle de ayuda en tiempos de crisis. Su padre le dio un joyero que contenía un anillo. "Cuando te encuentres en aprietos", dijo David, "abre este estuche y mira la inscripción del anillo. Pero cuando te encuentres en la cima del bienestar, vuelve a abrirla y entonces mira la cara interna del anillo. Que Dios sea contigo, hijo mío". Y murió.

Los años pasaron y Salomón se encontró asediado por problemas graves, de todo tipo y color. Incluso estuvo separado de su cargo de rey por un tiempo. Salomón estaba abatido y apesadumbrado cuando recordó el consejo de su padre y abrió el joyero. En la cara del anillo leyó las palabras hebreas: “Gam ze iaavor” que significan "Esto también pasará". Se sintió profundamente reconfortado por el mensaje y volvió a tomar el control de su destino con confianza y decisión. Se superaron los obstáculos. Se disipó la rebelión. Luego comenzó una época de auge y florecimiento sin igual, a raudales se incrementaban sus riquezas y hacía gala de su sabiduría. Tener tanto poder era otro logro supremo que enriquecía el orgullo de Salomón y aumentaba su sensación de ser invencible. Pero, no olvidó abrir el joyero, extraer el anillo, mirar la inscripción grabado en su interior y leyó: "Gam ze iaavor" , "Esto también pasará". También la riqueza, la fama, la gloria, la pompa, todo el lujo pasaría.

Y así fue como Salomón se convirtió realmente en el ser humano más sabio de todos los tiempos.”

Según fuentes árabes, el anillo estaba confeccionado de bronce y hierro, mientras que otros afirman que

"...si se desea fabricar una réplica, la misma debe estar elaborada con los siete metales planetarios (oro, plata, cobre, hierro, estaño, mercurio y plomo) y con una piedra de magnetita engarzada."

Ya tenemos quizás la justificación a su presencia en el interior de templos, pues nos está dando una lección de humildad ante los hechos de la vida, como si nos recordara a los padecimientos de Job: todo en la vida pasa, lo que hoy está arriba, mañana puede estar abajo, y viceversa.

Izquierda: dibujo de autenticidad en un documento leonés del siglo X  
    Derecha: Códice hispano del siglo X
Izquierda: parte de la firma de un notario apostólico del siglo XVI. Catedral de Santiago de Compostela.
Derecha: folio con cruz y pedestal con nudos de Salomón, siglo XVII. Panticosa, Huesca

Creo que no podemos descartar ninguna de las tres leyendas/teorías porque, a fin de cuentas, tal vez sea lo único que tengamos.

La primera, porque de alguna manera “ata” algo,con el nudo: las rocas.

La segunda, porque "ata" a los demonios y pone en conexión a lo terrenal con lo celestial y con el submundo.

La tercera, porque también crea una línea temporal que "ata" al hombre con la voluntad de Dios y que se ajusta a lo que se representa en el adagio hermético que reza 

“como es arriba, es abajo; 

como es adentro, es afuera”

Reecordemos que a través del nudo viajamos de arriba a abajo y de izquierda a derecha y vuelta a empezar; este es un principio que para los esoteristas se manifiesta en los tres Grandes Planos: el temporal, el mental y el espiritual. Difícil de entender, pero representado en esta lámina del siglo IX con un nudo salomónico asociado al laberinto tal vez nos hagamos una idea, pues por fuerza tiene que ser una pista, en simbología no existen casualidades, solo existen coincidencias.

Nudo salomónico asociado al laberinto, siglo IX

Por último, para ir cerrando el tema, nos queda, entre otras muchas, una pregunta final: ¿qué fue del anillo de Salomón?

Pues parece ser que tras la muerte de Salomón, el anillo fue enterrado en el monte Sión, aunque algunos relatos sostienen que la reina de Saba -conociendo el inmenso poder del anillo- mandó fabricar uno idéntico, lo cambió por el auténtico y lo preservó hasta su fallecimiento. Algunos han indicado que -años más tarde- el anillo fue regalado al sabio Zoroastro o bien a sus sucesores en tierras iranias, para regresar mucho después a Judea custodiado por tres magos zoroastrianos que lo llevaron como ofrenda a una gruta de Belén.

Codex Mendoza, México, S. XV. Oxford University Library

Hoy lo cierto es que no sabemos darle un sentido exacto, pero ahí está, esculpido en lo alto de los capiteles o inciso en lo bajo de los sillares, incluso ipintado en las vigas de las iglesias, confundiéndonos con otros símbolos y recordándonos una leyenda para que no nos hagamos soberbios ante los triunfos, pero que tampoco nos demos por vencidos ante las vicisitudes y los fracasos que suframos en la vida.

Pintura del siglo XV representando al Nudo de Salomón, en una viga de la ermita de Ntra. Sra. de la Antigua, siglo XIII, en Carabanchel Bajo, Madrid



Detalle de uno de los Nudos de Salomón pintados en el S. XV en una viga de la ermita de Nuestra Señora de la Antigua, S. XIII, en Carabanchel Bajo, Madrid.




Otro Nudo de Salomón, esta vez semiborrado, del siglo XV pintado en una viga del coro en la ermita de Nuestra Señora de la Antigua, siglo XIII, en Carabanchel Bajo, Madrid.




Y siempre con el valor apotropaico de poder alejar el mal y proteger de él.


Antonio García Francisco.

Enero 2021

Post scriptum: En el audio, con los problemas de sonido y los de cobertura telefónica que nos obligó a cambiar de teléfonos, más luego la amplitud del tema, se me olvidó comentar que el valor apotropaico del nudo radica precisamente en el contenido de la segunda leyenda, cuando el arcángel le da el anillo a Salomón para que pueda someter a los demonios. 

En la lógica del artista medieval es evidente que los demonios lo conocen y no osarán acercarse a él para no quedar esclavizados, por eso se coloca en puertas de iglesias y en lugares de enterramientos para propiciar que no molesten en los sitios donde no es necesaria su presencia. Perdón por la omisión, es lo que pasa por querer hablar de tantas cosas, ya se dice que quien mucho abarca poco aprieta, y este caso es la demostración.