En estos meses anteriores, nuestras charlas han sido
de lo más variopintas con invitados, a su vez, que venían de distintos
estamentos tanto públicos como privados dándonos una pequeña pincelada de
quienes eran y su porqué. Hoy, sin dejar de ser así, nos encontramos en una
difícil situación ya que los invitados de hoy son parte integrante de esta
radio y su peso específico en los encuentros que se desarrollan en la
biblioteca Dulce Maria Prida, es tan grande como necesario.
Como todos ustedes saben, durante los primeros meses del año en Cangas de Onís, entre otros muchos acontecimientos,
hay uno que es la recogida de material destinado al norte de África, a una
prueba deportiva que es algo más que corren en coche: desde unos simples
bolígrafos hasta material sanitario, la ayuda que todos y cada uno de los
participantes aporta es de capital importancia, convirtiéndose todos esos locos
en ángeles que, después de venir llenos de arena y cansados, se dedican a
repartir la valiosa carga entre los lugareños.
Los participantes del Rally solidario, son personas
que en su fuero interno suplen su falta de competitividad con enormes dosis de
solidaridad, esfuerzo y sentimiento: ante sus ojos se postran lugares que
sobrecogen, algo que no les impide bajarse de sus monturas, dar aquello que
traen y arrancar de nuevo, pararse metros más allá y sin mediar palabra,
hacerse un examen de conciencia en pleno desierto con los ojos llenos de
lágrimas.
Este tipo de pruebas no solo miden la capacidad mecánica,
sino que el examen más exigente es el que sufren aquellos que participan,
muchos de ellos, incluidos nuestros contertulios, aseguran que una parte de ellos
se queda y regresan a casa convertidos en algo que solo yendo allí eres capaz
de ser.
De los invitados poco tengo que decir, amigos,
compañeros y sobre todo, grandes personas, permítanme presentarles a María Poo y
Cesar Cifuentes.
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