Dependiendo de la educación del ser humano y también
de su sensibilidad, existen animales que tras el concepto de lo divino que
tengamos, se presentan en distintas sociedades de una manera simbólica,
religiosa o mitológica, traspasando a otro plano, a otros significados y
haciendo de su observación algo más que la mera y caprichosa forma que la
evolución le ha dado; ejemplos sobran:
Jaguar: Fue venerado en culturas prehispánicas,
asociándose con el inframundo y la divinidad.
Águila: Es un símbolo poderoso en diversas culturas,
presente en escudos nacionales y mitologías.
Serpiente: Es un símbolo importante en muchas
tradiciones, con diversas connotaciones dependiendo del contexto cultural.
En estos ejemplos podemos observar que tiene una
particularidad común que no es otra que la fortaleza, depredadores, símbolos de
fuerza y dominadores de su hábitat, pero muchos más adornan la simbología
humana y aunque más pequeños y frágiles dejaron su impronta en la historia. Un
de ellos es el colibrí, del cual se ha escrito mucho pero no lo suficiente, su
historia es tan extensa como la nuestra y su magia transcrita entre leyendas y
poemas
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