Si de algo podemos
estar seguros, es que la luna ha ido de la mano en cuanto a la evolución del
ser humano se refiere. Nuestro astro ya ha sido representado como deidad en el
paleolítico hace nada más y nada menos que 11.000 años, aunque existen restos de
un sistema de notación lunar de hace poco más o menos 40.000 años atrás en
muestras que se pueden hallar entre la cultura Gravetiense.
Estos datos
atestiguan la importancia que a lo largo de los milenios supuso: el ser humano primitivo
vio en ella el signo de la vida, con su nacimiento, su plenitud y su ocaso,
para luego volver a renacer, lo que Platon definió como el “ETERNO RETORNO”
Si dejamos aparte
lo esotérico de este relato, en épocas tan tempranas como el paleolítico, la
medición del tiempo bien pudiera ser condicionada por las fases lunares, el
hueso del Abri Blanchard, repleto de trazos y muescas, de unos 30.000 años de
antigüedad, se ha interpretado como notaciones lunares que siguen la
trayectoria de dos lunas.
Varias fueron las
civilizaciones que representaron ese eterno retorno como método de medir el
tiempo y para tal idearon los calendarios lunares, incluso hoy, en el siglo XXI
en China los meses son lunares y empiezan siempre en luna nueva.
La luna marca hoy
en día muchos hechos festivos: el Ramadan musulman, el Pesaj judio,la Pascua
cristiana, la cual asegura que fija la resurrección de Jesús el primer domingo
tras la primera luna llena tras el equinoccio de primavera.
Si nos adentramos
en el propio lenguaje, no es ninguna casualidad que la raíz indoeuropea para
nombrar la Luna: me (que en sánscrito dio la palabra más, méne en griego o
mensis en latín) signifique ‘yo mido’. Es decir, la Luna servía para medir.
Otros vocablos actuales recogen esta misma raíz en una amplia diversidad de
idiomas.
En castellano
tenemos, por ejemplo, la palabra ‘mes’, que la vincula con el tiempo; pero
también ‘menstruación’, lo que resulta muy significativo ya que nuestro
satélite se ha considerado normalmente femenino porque su ciclo se asimila al
de la mujer. Y esta relación no ha desaparecido del todo, cuántas veces hemos
oído decir que las mujeres son lunares, aunque amigos masculinos de Radio
Cangas tenemos que ser sinceros y pensar que con sus influjos muchas veces
somos nosotros los que estamos en la luna
Hoy hablaremos de
la Luna con un amigo:
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