Hay
dos criaturas que nacieron de sangre derramada con violencia.
Una
es la erinia, que nació de las gotas de sangre que derramó Urano cuando
fue castrado por su hijo Cronos.
La
segunda criatura es la anfisbena, nacida de la sangre que
goteó en la arena la cabeza decapitada de la gorgona Medusa, cuando Perseo, que
la llevaba en un saco, sobrevoló el desierto libio.
Sobre unas arenas similares a estas cayó la sangre de Medusa y nacieron las anfisbenas. Desierto de Wadi Rum, Jordania |
Hoy
estoy vago y, pudiendo hablar de ambas criaturas, lo haré solamente de la
segunda, la anfisbena, cuyo nombre viene del romano amphisbenae, y este del
griego, amphis, ambos lados, y bainein, andar. Unido, significa
“que anda o puede andar para ambos lados”. Otro día contaremos la historia de
Urano, Gea, Cronos y las erinias.
Anfisbena. Mitad negra y mitad blanca. |
Voy
a hacer un adelanto para poner en situación el relato: en su versión más
sencilla, una anfisbena es una serpiente con una cabeza en cada uno de sus
extremos, lo que la permite desplazarse, a gran velocidad en ambos sentidos. El
nombre no se refiere a sus dos cabezas, se refiere a la posibilidad de moverse
en dos sentidos. Y que no se me olvide: según los clásicos griegos, en un
principio se alimentaba de hormigas.
Iglesia de Santa Eugenia. Salinillas de Bureba, Burgos. |
Aunque ya se tenía
noticia de su existencia por Lucano, siglo I, la primera descripción formal la
hace Plinio el Viejo en el siglo I en su Naturalis Historia:
“La terrorífica
Amphisbaena con su doble cabeza, disminuyendo gradualmente…”
“La anfisbena tiene cabezas gemelas, es decir una también al final de la cola, como si no le bastase con verter veneno por una boca”. Plinio, siglo I.
Iglesia de San Miguel Arcángel. Arcos de la Llana, Burgos. |
Anfisbena en un códice de la Biblioteca Nacional de Francia |
Lo importante en este momento es que parece ser que ha cambiado su régimen alimenticio, pues nos dicen que ha dejado de alimentarse de hormigas para empezar a hacerlo a base de cadáveres. ¿Será eso posible? Esperemos a nuestra rica Edad Media europea en general, y española en particular, para ver si es cierto.
Iglesia de Santa María de Piasca, Cantabria |
Anfisbena en un escudo de armas |
Queda claro que Las anfisbenas son serpientes con dos cabezas. Pero no con dos cabezas y una cola, sino con una cabeza en el extremo opuesto de la otra. En otras palabras, las anfisbenas son serpientes sin cola. Al ver una de las cabezas de una anfisbena, nos imaginamos que al otro extremo hay una cola. Pero no hay tal cola. En el otro extremo vuelve a haber otra cabeza. Una cabeza que de nuevo nos sugiere una cola inexistente. Así son las anfisbenas. Manuel Liz. Cuatro anfisbenas. Universidad de la Laguna (Tenerife)
Anfisbena en un códice de la Biblioteca de Cambrai |
En el siglo VI, San Isidoro de Sevilla la menciona en sus Etimologías, diciendo de ella:
“La anfisbena tiene dos cabezas, una en el lugar correspondiente y otra en su cola. Puede moverse en dirección de cualquiera de las dos cabezas, con un movimiento circular. Sus ojos brillan como faroles. Única entre las serpientes, la anfisbena sale con el frío. [...] Con sus dos cabezas y la capacidad de desplazarse en dos direcciones, la anfisbena se convirtió en la representación del bien y el mal."
Ya le hemos encontrado una simbología a nuestra criatura: representa al bien y al mal en un solo lote. Tan claro lo tenían nuestros antepasados, que pintaban una parte de la anfisbena, la que hacía el bien, de color blanco, y la otra, la que hacía el mal, era pintada de negro.
Iglesia San Juan Bautista, en Tozalmoro, Soria. Portada |
Iglesia San Juan Bautista, en Tozalmoro, Soria. Detalle de la portada |
Iglesia San Juan Bautista, en Tozalmoro, Soria |
Llega
la Edad media y los escritores se ponen a fantasear. Así, a la anfisbena le regalaron
unas alas y unas escamosas patas de gallina. Incluso, algunos la representaron
con unos cuernos en una cabeza y orejas de perro en la otra, por lo que quedó
transformada en un dragón de dos cabezas. Así apareció en diversos manuscritos medievales,
Biblioteca Real de los Países Bajos y Bestiario de Aberdeen |
<<El
Tesoro de Brunetto Latini —la enciclopedia que éste recomendó a su antiguo
discípulo en el séptimo círculo del Infierno— es menos sentencioso y más claro:
“La anfisbena es serpiente con dos cabezas, la una en su lugar y la otra en la
cola; y con las dos puede morder, y corre con ligereza, y sus ojos brillan como
candelas”>>. Jorge Luis Borges, Margarita Guerrero.
El libro de los seres imaginarios.
Anfisbena. Iglesia de San Miguel Arcángel. Bercedo, Burgos |
Iglesia de San Miguel Arcángel. Bercedo, Burgos |
y nuestra culebrilla de dos cabezas, comedora de hormigas, empieza a mutar. Se transforma como les ocurrió a las arpías, que de hermosas mujeres con alas pasaron a ser horrorosas criaturas malolientes; o como el basilisco, que de ser también una culebrilla con corona pasó a tener cabeza, alas y patas de gallo y cuerpo de serpiente. Con sus patas de pollo primero y sus alas después, queda en la escultura románica a expensas de la versión que el maestro quiera tallar según su mucha o poca fantasía.
Palacio de Oriosaín, Navarra |
Pero no es un capricho esta trasformación, ni mucho menos. Dijimos que la anfisbena ya desde tiempos de San Isidoro es tomada por la “representación del bien y del mal”. Tomo las palabras del Diccionario de símbolos, publicado en blogderománico.es, porque es una explicación breve, clara y concisa:
Anfisbenas en la glesia de Santa María Magdalena, Zamora |
“Por
lo demás, el fabuloso animal, parece que se convirtió, como consecuencia de su
facultad de poder desplazarse en dos direcciones y además contrarias, en una
representación del bien y del mal en casi toda Europa. En algunas culturas y
épocas se dotó de alas a la parte del bien, e incluso se adoptó
el color blanco para distinguirlo del lado maligno, que solía ser negro. Las
alas no eran más que un recurso para describir su tendencia a ascender hacia lo
celeste o espiritual, mientras que su lado negro se proveía de patas que
se agarraban desesperadamente a la tierra para impedir el ascenso, imágenes
que persistirán en heráldica.”
Anfisbena en la iglesia de San Andrés. Soto de Bureba, Burgos |
Y comienzan a cohabitar en nuestras portadas y fachadas ambos tipos de anfisbenas: las reptilescas y las aladas. Así es como las conocemos hoy en día.
Iglesia de Santa María del Puerto. Santoña, Cantabria |
Iglesia de Santa María de los Reyes. Grijalba, Burgos |
Pues porque dejé en el aire una pregunta: ¿es posible que abandonaran su dieta hormiguil para comenzar a alimentarse de cadáveres, como dijo Catón que hacían en sus campañas libias? ¿Y en qué momento lo hicieron?
El momento en que empezaron a comer cadáveres, no fue ni más ni menos que aquél en el que fue necesario lanzar mensajes moralizantes, y eso que las serpientes no fueron animales con demasiadas connotaciones positivas, aunque algunas tenían, pese a lo que opinan sesudos estudiosos. Como siempre, la función creó el órgano y la necesidad creó la función.
Tenemos un par de casos que corroboran el hecho de que dejasen de comer hormigas. Seguramente habrá muchos más, pero solo recuerdo dos.
Anfisbenas devorando humanos. Iglesia de San Pedro, castillo de Loarre, Huesca. |
Anfisbenas devorando humanos. Iglesia de San Pedro, castillo de Loarre, Huesca. |
Y
si esto no nos convence, recordemos el diccionario de símbolos: las patas
sirven para agarrarse desesperadamente a la tierra, como no tienen patas,
lo hacen con la otra boca. Nunca tenemos
que olvidarlo: hay tantas interpretaciones como intérpretes, incluso varias interpretaciones
por intérprete.
Anfisbenas devorando humanos. Iglesia de San Pedro, castillo de Loarre, Huesca. |
El
segundo caso de anfisbena devoradora de cadáveres la encontramos en la portada
de la iglesia del ex monasterio benedictino de San Pedro de Villanueva, en
Asturias. También San Pedro, como en Loarre.
Portada que ya fue objeto de una detallada interpretación por mi parte en este mismo blog de Radio Cangas, a la cual remito a quien desee conocer los detalles. Aquí solo diré que una cabeza, la de las alas, la que hace el bien, ha devorado ya a un personaje del que solo quedan las piernas, mientras que otra, la que hace el mal, trata de evorar a un personaje al que los ángeles están salvando.
Tremendo, ¿verdad? El bien hace justicia y el mal, como mal que es, solo quiere hacer daño.
San Pedro de Villanueva. Asturias |
Los seguidores del blog ya saben sobradamente quién es cada uno de esos dos hombres víctimas de la anfisbena. Dos reyes. Se especula al cabo de los siglos con que uno mató a otro y se representa al matador como a un oso, el cual, posiblemente para obtener el perdón de Dios por su pecado, edificó una iglesia. Sin más comentarios. La historia completa está escrita en las piedras del monasterio, a las cuales remito al lector en la entrada de este blog publicada el día 29 de noviembre de 2020, pero con una alusión al Evangelio de San Lucas, 16,13, que dice:
"Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o se allegará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas."
El rey que mató al otro rey no podía amar al poder y querer decir que también amaba a Dios. Es la portada de un monasterio, los monjes nunca dieron puntada sin hilo.
Aquí
sí que sería posible acabar, pero me parece oportuno dejar relatadas otras
propiedades de las anfisbenas, no solamente su simbología referida al bien y al
mal.
Simultáneamente
a esta simbología que fue la definitiva que tuvo, todo el mundo sabía en la
Edad Media, porque el conocimiento venía de muy atrás, que el peligro de la
anfisbena para la mujer embarazada estaba en que, si se cruzaba una en su
camino, irremediablemente abortaría, a menos que la mujer llevase otra
anfisbena viva en una caja o como amuleto, en cuyo caso no tendría ningún
problema. De acuerdo con esto, las mujeres poderosas llevarían brazaletes y
gargantillas con la forma de una anfisbena.
El
remedio contra la mordedura, tanto de la anfisbena como de su pariente, el
áspid, era también muy conocido: bastaba beber orina de tortuga extraída
directamente de la vejiga de este animal y mejor aún si se mezclada con
escarabajos machacados.
Pienso
que este bulo lo lanzaron los físicos, boticarios y pícaros de la época para
vender cualquier sabandija con un certificado de ser una auténtica anfisbena y orina caliente de sabe Dios qué alimaña, o incluso propia, como si fuera de tortuga.
Por
último, y ahora sí que acabamos, queda lanzar al aire unas preguntas:
¿alguien cree hoy en día en las anfisbenas?
¿Han
existido?
¿Existen?
Tal vez sea un capricho de la genética, pero aquí dejo este artículo aparecido en el diario La Vanguardia de Barcelona el día 16 de septiembre de1980, para que nadie diga que no es muchas veces la realidad la que supera a la ficción.
Diario La Vanguardia, 16 de septiembre de 1980 |
Diario La Vanguardia, 16 de septiembre de 1980 |
Diario La Vanguardia, 16 de septiembre de 1980 |
Pues nada que objetar si el Cuarto Poder asegura que existen.
Antonio
García Francisco
Madrid,
marzo 2021
Gracias por la información. Como bien se dice en Santa Maria de Puerto de Santoña existe una representación de anfisbena en el capitel izquierdo de la puerta Sur. https://sobreleyendas.com/2009/02/16/maravillas-de-la-mitica-insula-taprobana/ En este enlace dan información sobre su origen mitológico. Un saludo.
ResponderEliminarGracias por el comentario, Juncal. Efectivamente, si la anfisbena era partida por la mitad, los dos trozos se volvían a juntar. Desconocía la leyenda de la isla de Taprobana, gracias por contárnosla. Me ha venido inmediatamente a la memoria la misteriosa isla de San Borondón o de San Brandán, situada cerca de las Canarias, una isla que aparece y desaparece a voluntad, pero para que nos hagamos una idea, España y Portugal pactaron en el siglo XV que, aunque aún estaba por ganar, pertenecía a España. Hace dos años empecé a desarrollar una teoría acerca de ella por unos capiteles románicos que se repiten por Burgos y Cantabria que me da la impresión de que hacen referencia a ella, pero la tengo un poco abandonada; si logro encajar todas las piezas la traeré al blog. Nuevamente, recibe nuestro agradecimiento y gratitud por dedicar tu tiempo a leernos, es una alegría que nos hace intentar superarnos en cada artículo.
ResponderEliminarGracias por esta entrada magnífica. Me ha hecho pensar que con la anfisbena se riza el rizo de la dualidad simbólica de la serpiente, que tantas veces aparece en la biblia representando a la vez al bien y al mal; la serpiente que mata y salva.
ResponderEliminar"... sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas." (Mt 1:16)