jueves, 31 de diciembre de 2020
FELIZ AÑO 2021
miércoles, 30 de diciembre de 2020
FELICITACIONES DE NAVIDEÑAS
El alcalde de Cangas de Onis,Jose Manuel Gonzalez Castro, se suma este año a nuestras felicitaciones de navidad
sábado, 26 de diciembre de 2020
¿Por qué gastamos bromas el día de los Santos Inocentes?
Cada
28 de diciembre celebramos el día de los Santos Inocentes y cada año tenemos que
andar con mucho cuidado para que no nos gasten una broma y, al mismo tiempo,
para gastarla nosotros sin que nos pillen.
No
obstante, hay algo que no cuadra bien en este día. Si lo que se conmemora es la
matanza de niños que tuvo lugar hace más de dos mil años, ¿por qué lo hacemos
gastando y recibiendo bromas? Siempre me
llamó la atención que se junten dos cosas tan dispares: la pena y tristeza de
la muerte de tantos niños se celebra con la alegría y la guasa de las bromas.
No
es una casualidad que los hechos ocurridos en tiempos del rey Herodes y Jesús
compartan el término “inocente" con la situación de hoy.
La
historia nace, cómo no, en plena Edad Media. En dicha época, la Iglesia pugna
todavía (y pugnará durante muchos siglos más, al menos en España), por eliminar
las fiestas paganas sustituyéndolas por fiestas religiosas, y la broma y la
chanza de este día están vinculadas a la cultura pagana. Pero viene aún de más atrás.
Había
entre los romanos la costumbre de celebrar las fiestas Saturnales, que tenían
lugar entre el día 17 y el 23 de diciembre. Lo que se celebraba era el fin del
período más oscuro del año y el nacimiento del nuevo período de luz, o
nacimiento del Sol Invictus, el 25 de diciembre.
Se
iniciaban con una ofrenda al dios Saturno y se abría un período en el que la
gente intercambiaba regalos. Eran días de fiestas, banquetes y jolgorio porque
ya se habían acabado las tareas agrícolas de invierno y en celebraciones se
permitía que participara toda la población. En uno de estos banquetes se
repartía entre los esclavos una torta hecha con higos, dátiles y miel en cuyo
interior se escondía un haba, lo mismo exactamente que hoy en día con el típico
roscón de reyes. Pues bien, el afortunado esclavo al que le salía esa haba en
su ración, intercambiaba su papel en la casa con el amo, de manera que pasaba a
ser amo por un día durante el que podía expresarse libremente criticando la
posible mala organización, vestido con la toga mientras que su amo vestiría el
gorro de pico y realizaría los trabajos más penosos para que se diera cuenta
del valor de un siervo.
Esta
costumbre perduró hasta la Edad Media, celebrándose siempre en los días de finales de año, en ellos los miembros del pueblo llano se convertían en gobernantes durante algunas horas,
en las cuales aprovechaban para dictar las normas más disparatadas con obligación
de ser acatadas por todos los que se cruzaran en su camino, y no fue solo en
España, sino en toda Europa.
En
Castilla era la fiesta del Rey de Gallos o del Rey de Inocentes; en otros
sitios era la Fiesta de los Locos, o la Fiesta
de los Pájaros, con distintos nombres en unos sitios o en otros, pero en todos
se jugaba a cambiar el orden establecido y generalmente coincidía con el día 28
de diciembre. De común acuerdo con las autoridades legalmente establecidas, se
elegía a un “rey” que paseaba por la población con su séquito de bromistas, organizando todo tipo de chanzas. Pero la cosa llegó a ser tan pesada que en algunos sitios se acabó por prohibir la fiesta
ya en el siglo XIV porque se hacían insoportables, de manera que hay más
documentos relatando el porqué de la prohibición paulatina desde el siglo XIV
al XVIII, en el que desaparece totalmente, que otros relatando la propia fiesta, aunque para conocerla es
suficiente con lo que hay.
Las
bromas eran de todo tipo: el “rey de gallos” se paseaba con sus
alguaciles, que llevaban vara de autoridad y una caja recaudatoria, y ponía una
multa, por ejemplo, a los que iban caminando por el sol para acto seguido
cruzar la calle y ponérsela a los que caminaban por la sombra. U obligar a los
transeúntes a caminar a cuatro patas y rebuznando, cacareando o mugiendo, con obligación de
hacerlo o de pagar multa. O darle un azadón a algún infeliz que se cruzara con
la comitiva y obligarle a cavar surcos en la corriente de agua de un arroyo,
con multa si no los podía hacer… Pero no todo el mundo se lo tomaba a bien,
había disputas con los que no querían someterse, salían las espadas o los puñales
a expresar su opinión y era fácil acabar con heridos o incluso con muertos.
Este fue uno de los alicientes que impulsaron a las autoridades verdaderas a
suprimir los festejos.
Con
la prohibición desapareció la fiesta del Rey de gallos, pero las bromas se
siguieron gastando. Por ejemplo, como había sido la matanza del cerdo hacía
pocos días, entraban en las casas, se llevaban los embutidos que se estaban
secando en las varas y dejaban colgados en su lugar zapatos viejos, trapos, ratones muertos, cualquier cosa. Después
eran devueltos los embutidos, pero previa requisa de la comisión de recuperación,
que había servido para una suculenta cena. O se entraba también de noche a una
casa y se cambiaban de sitio todos los muebles, o se sacaban las vacas de las
cuadras de los vecinos y se metían en cuadras ajenas, de manera que al día siguiente toda la población andaba revuelta reuniendo su ganadería. La imaginación no descansaba.
Hoy
en día la broma va más encaminada hacia la tomadura de pelo, generalmente haciendo
circular una noticia posible, pero falsa, y es costumbre que en prensa y
televisión se hagan eco de alguna que nos arranca una carcajada, o provocando
situaciones tan absurdas que dejan descolocada a la inocente víctima. Creo que
todos recordamos el programa de televisión “Inocente, inocente”, en el que se
ponía en situaciones más que comprometidas a famosos, famosillos y famosetes.
También hay empresas que se dedican, previo pago,
a gastar bromas telefónicas durante todo el año, las graban y luego se las
pasan al que las encargó para que se burle del inocente que "picó".
Y también hay poblaciones, sobre todo de la
Comunidad Valenciana, en las que ha vuelto la tradición tal y como se abandonó
en el siglo XVIII, pero siempre dentro de unos cauces más civilizados que aquellos
por los que discurría el jolgorio, cuando fueron prohibidas y en las que
acababan con gente en el hospital.
Por último, hay que decir que el día 28 de diciembre solamente se gastan bromas en España y en países hispanoamericanos. En los países anglosajones, así como en Francia, Alemania, Italia, Bélgica y otros, se celebra una fiesta similar el 1 de abril conocida como Día de los tontos o Fools Day.
Pero volviendo a España, tal
vez haya otras explicaciones de la ligazón de la matanza de niños en tiempos de
Herodes con las bromas del día de los Inocentes actuales, pero creo que si las
hubiera, esta sería la más adecuada.
Antonio
García Francisco, Navidad 2020
viernes, 25 de diciembre de 2020
Los Santos Inocentes en la escultura románica
El día 28 de diciembre celebra la Iglesia la festividad de los Santos Inocentes.
En
resumen y según el relato del capítulo 2 del Evangelio de San Mateo, el único evangelista que
recoge el acontecimiento, el rey Herodes recibió la noticia del
nacimiento de Cristo de boca de los Magos. Temeroso de la llegada de un rey más poderoso que
él que le arrebatara el poder, ordenó matar a los niños menores de dos años que
vivieran en Belén y su comarca. El hecho provocó la huida a Egipto de la
Sagrada Familia, que es otro tema que tocaremos cuando se presente la ocasión.
Los artistas de los siglos XI a XIII nos dejaron testimonio del acontecimiento pintado y escrito en piedra.
Pinturas murales en la catedral de Mondoñedo, Lugo. |
Pinturas murales en la catedral de Mondoñedo, Lugo. |
Interpretando lo que vemos en estas pinturas de Mondoñedo, las indumentarias y las armas nos recuerdan al siglo XIV. Hay que destacar que las actitudes que mantienen las mujeres es diferente según su condición social o raza a la que pertenecen, perfectamente distinguibles por la diferencia entre sus tocados y por los tonos de piel. Las que están peor vestidas, de tez morena y bastas facciones, tocadas con turbante, lo que indicaría que son de clase social poco elevada, son las que defienden con violencia la vida de sus hijos, mientras que las mujeres de tez más blanca y delicadas facciones, también mejor ataviadas, de clase social más elevada, se enfrentan a los soldados mostrando su dolor ante la muerte, protegiendo a sus hijos con sus cuerpos o huyendo.
El pasaje de la Matanza de los Inocentes, tanto si es histórico como si no lo es, ha sido recogido por artistas de la pintura y escultura de todos los tiempos, y en los siglos de la Edad Media no fue menor su presencia. Tanto pintores como canteros y constructores medievales lo representaron con un realismo sorprendente. En el siglo XII corrían unos tiempos de condiciones sociopolíticas especiales; se ha aducido el creciente interés por la maternidad y la infancia unido al contexto social y político del enfrentamiento con los musulmanes, pero lo cierto es que en aquellos días los índices de mortalidad infantil eran muy altos, la esperanza de vida en los adultos no alcanzaba a los cincuenta años de edad y el dicho “la unión hace la fuerza” era una realidad porque se necesitaba mucha gente para repoblar y sobrevivir. Era una atrocidad contemplar escenas de la muerte de miles de niños cuando se necesitaban tantos campesinos y sldados, y esto movía a la Piedad y a la Fe. Resultaba impactante la matanza de tantos niños, y representada con todo detalle para mostrar la crueldad de Herodes y sus soldados frente a la desesperación y angustia de las madres.
Capitel de la ermita de Santa Cecilia en Aguilar de Campóo, Palencia. |
La escena es muy sencilla, leyendo a San Mateo lo entendemos al momento, no obstante, fue enriquecida por los Evangelios Apócrifos, los cuales a estas alturas ya sabemos que eran conocidos en el siglo XI y posteriores y encontramos alguna muestra de ello en las representaciones que nos dejaron plasmadas en sus libros de piedra.
Catedral de Burgo de Osma, Soria. |
Iglesia de Nuestra Señora de las Virtudes, Frades, La Coruña |
Colegiata de San Martín de Elines, Cantabria |
Catedral de Nôtre Dame, París |
El énfasis en
las actitudes de angustia y horror de las madres ante el asesinato de sus hijos
es una nota distintiva de todas las representaciones. Los gestos de mesarse los
cabellos, los de arrodillarse ante los soldados o enfrentare las madres a ellos
se repite. Las acciones de los verdugos también siguen modelos, como el del
soldado que alza a un niño boca abajo cogiéndolo por el pie o el que agarra los
cabellos de otro elevando la espada.
Arriba y abajo: portada de la iglesia de Santo Domingo, Soria. |
Arriba y abajo: portada de la iglesia de Santo Domingo, Soria. |
En el románico hispano se reconoce una peculiaridad iconográfica que atañe a la figura de Herodes: el monarca es aconsejado por el diablo, que permanece detrás de él y llega a hablarle al oído, aunque también hay una representación similar enla catedral de Poitiers, Francia.
“Satanás dio un consejo a Herodes el Grande, padre de Arquelao, el que hizo decapitar a mi querido pariente Juan. Y así él me buscó para quitarme la vida, porque pensaba que mi reino era de este mundo”
Catedral de Poitiers. |
Hoy en día, la tan importante en otros tiempos celebración de la sangrienta efeméride, se limita a un día en el que se suceden las bromas de todo tipo, una clara reminiscencia de las fiestas saturnales de los romanos, de las que hablaremos otro día siempre y cuando se presente la ocasión.
FELICES
FIESTAS.
Antonio García Francisco
Navidad 2020
miércoles, 23 de diciembre de 2020
La Natividad de Nuestro Señor en el arte románico.
Si repasamos cualquier etapa del arte europeo, podremos comprobar por nosotros mismos, tanto en la escultura como en la
pintura o en la arquitectura, que tiene un gran componente de
cristianismo. Las raíces cristianas de Europa son indiscutibles, vienen de
muchos siglos atrás, y en España, lo mismo que en otras partes, se
manifiestan con mayor fuerza en el arte románico.
Varios son los temas religiosos que nos dejaron para admirar
nuestros anónimos canteros, pero si me pidieran sacar factor común, yo diría
que los más queridos fueron la Natividad y la Crucifixión. No es que se
olvidaran de la Epifanía, Nacimiento, Coronación o Asunción de María; Santos
Inocentes, Huida a Egipto, vida y milagros de Jesús, Resurrección, ..., pero estas
dos citadas fueron las favoritas, y de las dos, la Natividad disfruta de una
particularidad muy especial que veremos.
La idea básica, sin entrar en consideraciones históricas, es que María y José iban de viaje desde Nazaret a Belén para empadronarse. Durante este viaje, la Virgen se puso de parto y tuvo que dar a luz en una posada donde, a falta de una cuna, le ponen un pesebre para acostar al niño recién nacido, que es el Mesías anunciado en el Antiguo Testamento. Unos pastores fueron avisados por los ángeles y acudieron a adorar al Niño y tal vez a ayudar a los padres. Después vendrán los Magos a rendirle tributo, y Herodes ordenará la matanza de inocentes que ocasionó la Huida a Egipto. Así nos lo cuenta el Evangelio de San Lucas, capítulo 2:
"Sucedió que por aquellos días salió un edicto de César Augusto ordenando que se empadronase todo el mundo. (…) Iban todos a empadronarse, cada uno a su ciudad. Subió también José desde Galilea, de la ciudad de Nazaret a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, por ser él de la casa y familia de David, para empadronarse con María, su esposa, que estaba encinta. Y sucedió que mientras ellos estaban allí, se le cumplieron los días del alumbramiento y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre porque no tenían sitio en el alojamiento.
Había en la misma comarca unos pastores, que dormían al raso y vigilaban por turno durante la noche su rebaño…"
Si leemos atentamente el pasaje del Evangelio
de San Lucas, vemos que solamente hay tres personajes: María, José y Jesús,
acompañados después por los pastores.
Pero
si contemplamos pinturas o capiteles románicos que representen la Natividad, veremos que
aparecen como mínimo otros cinco personajes que no se mencionan en la Sagrada Escritura. Son la mula y el buey, las parteras Zelomí y Salomé y casi siempre,
uno o dos ángeles. ¿Por qué existe esta diferencia entre el texto escrito en
pergamino y el texto escrito en piedra? Vamos a explicarlo.
En realidad, muchos de los pasajes de la vida de Jesús no han sido tomados de los evangelios canónicos, sino de los evangelios apócrifos, unos textos donde se relata de una manera casi novelesca, ambigua y a veces fantástica, una gran cantidad de anécdotas supuestamente vividas por el Mesías. Estos libros no fueron admitidos por la Iglesia Católica en el Concilio de Roma del año 382, bajo el papado de San Dámaso, y pasaron a ser “apócrifos”, ocultos, de autor desconocido, sin tener solidez en su doctrina porque “incluían elementos contradictorios a la verdad revelada". Por este motivo estos libros fueron considerados como “sospechosos” y en general poco recomendables. Hubo controversias que se zanjaron en el año 405 por el papa San Alejandro. O eso creyó él, pero vamos a lo nuestro.
Es evidente que nuestros canteros medievales conocían estos textos novecientos años después de su desautorización y representaron en sus obras las escenas narradas en ellos. En lo que se refiere al Nacimiento de Jesús, las obras seguidas fueron dos: el Protoevangelio de Santiago, escrito en el siglo II, y el Evangelio Pseudo-Mateo, escrito en el siglo VI; ambas nos cuentan básicamente, en unos pasajes llenos de gran belleza literaria cuya lectura es un deleite, que la partera Salomé no creyó que María seguía siendo virgen después del parto, motivo por el cual decidió comprobarlo por sí misma “examinando la naturaleza de María”. Por su incredulidad su mano queda paralizada al instante, pero por mediación de un ángel presente, la cura el niño Jesús. La partera, maravillada por el milagro, decide ser la partera/nodriza de Jesús de por vida. También aparecen la mula y el buey para que se cumplan dos profecías:
“El tercer día después del nacimiento del Señor, María salió de la gruta, y entró en un establo, y depositó al niño en el pesebre, y el buey y el asno lo adoraron. Entonces se cumplió lo que había anunciado el profeta Isaías: El buey ha conocido a su dueño y el asno el pesebre de su señor.
Y estos mismos animales, que tenían al niño entre ellos, lo adoraban sin cesar. Entonces se cumplió lo que se dijo por boca del profeta Habacuc: Te manifestarás entre dos animales. Y José y María permanecieron en este sitio con el niño durante tres días.”
(Evangelio del Pseudo Mateo, cap. XIV)
Por eso, cuando veamos una representación de la Natividad de Nuestro Señor de los siglos XI a XIII donde aparezcan las parteras Zelomí y Salomé, la mula y el buey, tenemos que pensar que ese artista anónimo conocía los Evangelios Apócrifos. Después vinieron otras generaciones y otros artistas que siguieron la tradición de representar a estos actores, pero muchas veces sin saber el porqué de su presencia. Hoy en día ya es una costumbre que ha sido tomada como un dogma de fe; ya solamente es eso: una tradición con raíces hundidas en la profundidad de los siglos y perdidas a lo largo de ellos.
FELICES FIESTAS.
Antonio García Francisco. Navidad 2020
Entrevista a Antonio Luis del Solar director de la casa de cultura de Cangas de Onís
En el día de hoy hemos tenido la suerte de charlar con otra de las figuras clave de la actividad cultural del concejo de Cangas de Onís. Antonio Luis del Solar, director de la Casa de Cultura ha compartido su tiempo para realizar un resumen de este año donde la cultura se ha mantenido con gran esfuerzo y dedicación en estos malos momentos para todos.
martes, 22 de diciembre de 2020
ENTREVISTA A COVADONGA VEGA Y BARBARA GUILLEN, DIRECTORA Y JEFA DE ESTUDIOS DEL COLEGIO RECONQUISTA
Tres meses después la Directora y la Jefe de estudios, Covadonga Vega y Barbara Guillen respectivamente, no explican como ha transcurrido los tres primeros meses desde el inicio del curso.
Radio Cangas agradece la presidencia de ambas.
ENTREVISTA A IGNACIO BOSCH, DIRECTOR DEL PARADOR DE CANGAS DE ONIS
Los trabajos realizados entre ambos nos han permitido disfrutar de un amplio arco de temas que enriquecieron culturalmente la comarca, con la presencia de grandes ponentes que compartieron sus conocimientos de manera totalmente altruista y desinteresada.
Con la finalidad de que los amigos de los Encuentros se sientan tranquilos en lo que a la continuidad de los mismos se refiere, Ignacio Bosch nos explica ampliamente los planes que, en silencio, se están desarrollando.
Evidentemente, desde Radio Cangas le agradecemos su amable atención.
ANTONIO GARCÍA FRANCISCO. Desde la portada de la iglesia de San Pedro de Villanueva (V)
"Damos cabida con el mayor placer en nuestro periódico a la siguiente carta, que dirige a uno de los escritores de la obra Recuerdos y Bellezas de España, el dibujante, arqueólogo y editor de la misma don Francisco Javier Parcerisa, desde la capital del principado de Asturias, donde se hallaba en la época a que la carta se refiere, haciendo estudios y tomando vistas y apuntes de monumentos para el tomo que se está publicando sobre aquella interesantísima provincia.
En esta carta se consigna un descubrimiento arqueológico, cuya noticia debe excitar vivamente el interés de los aficionados a escudriñar las huellas del arte nacional en la cuna de la monarquía restaurada.
No es en verdad el primero que la historia de nuestras artes debe a la infatigable laboriosidad de los autores de la publicación referida: ellos han recogido y publicado los preciosos y venerandos fragmentos de aquella encantadora población de Medina Azahara, cuya existencia se tenía por fabulosa.
El descubrimiento de que hoy se trata tiene, aún si cabe, más importancia para la historia y el arte de la España cristiana."
"Señor D. P. de M, Oviedo, 31 de agosto de 1855.
Mi querido amigo: Mucho me alegro de los buenos ratos que dice Vd. le proporcionan mis apuntes de viaje; celebro también hayan sido tan de su gusto las noticias que le di en mi última sobre la solitaria y casi ignorada abadía de San Antolín de Bedón.
No dudo, pues,
atendida su afición a las antigüedades, que la lectura de la presente carta le
cause una agradable sorpresa.
Ya recordará Vd. que Fr. Prudencio de Sandoval, en su libro de los cinco obispos, describe el monasterio de San Pedro de Villanueva, detallando menudamente las esculturas de la portada, relativas a la historia o tradición de la desgraciada muerte del rey Favila, y llamando además la atención sobre los notables trajes de las figuras.
No habrá Vd. olvidado asimismo, que el P. Flórez, en una nota al Viaje santo de Morales, tratando de dicho monasterio, dice que de las piedras o esculturas de que habla Sandoval solo se conserva una, de la cual saco su dibujo para la estampa del tomo primero de las Reinas Católicas: lo que parece indicar que con el trascurso de los siglos se habrían desmoronado o consumido; no reparando empero, tanto él como muchos que posteriormente han visitado este monumento, una particularidad que salta a los ojos, y es, que en toda la portada no se echa de menos piedra alguna, presentándose como acabada de ayer.
Esta observación, que no se escapó a nuestro amigo Cuadrado en su viaje de 1852, le decidió, como a otros, a negar que hubiesen existido jamás tales esculturas, fundándose asimismo en la poderosa razón de que, en caso de haberse caído o de que las hubiesen quitado, se conocerían los huecos o bien los adornos nuevos que en su lugar se hubiesen puesto.
Grandes eran mis deseos de ver con claridad en este caos de contradicciones; llegó por fin el día deseado, vi efectivamente la portada, al parecer intacta y sin embargo, nada de las tan apetecidas esculturas, exceptuando la indicada por Flórez. Con lodo: no pude persuadirme de que el respetable Sandoval, que tan fielmente había descrito el retablo de San Millán de la Cogolla, hubiese podido faltar a la verdad hasta el punto de detallar minuciosamente y como testigo de vista lo que nunca hubiese existido. En estas dudas andaba yo fluctuando, cuando llamaron mi atención algunos sillares de un arco moderno pegado a la misma portada y que sostiene el campanario. Parecióme además que el de la puerta, cuajado de labores en todo su grueso, no debía acabar tan mezquinamente como con un simple cordoncillo; esto, unido a otras particularidades, me hizo concebir la sospecha de que, al construir la pesada torre del siglo XVII debieron cometer algún acto de vandalismo.
Deseoso, pues, de aclarar mis dudas,
expúselas al señor cura párroco don Antonio Carabera, así como el deseo de
arrancar y reponer a mí costa algún sillar del arco de la moderna torre, y
participando dicho señor de mi curiosidad, no encontró
inconveniente en hacerlo, y ayudó en cuanto pudo. No bien había saltado la
primera piedra, cuando se realizaron mis esperanzas, apareciendo en un
magnífico capitel las dos figuras abrazadas y besándose que describe Sandoval,
pero bárbaramente roto aquél en su parte inferior para sentar el malhadado
sillar.
Animado, pues, por este buen resultado, seguí con más afán la comenzada tarea, seguro como estaba de que en nada se perjudicaba a la solidez de la mencionada torre; pero lo malo era que detrás de los sillares venía una gruesa pared de cal y canto muy difícil de derribar. Ya comprenderá Vd. que la operación no era un derribo en regla, sino profundizar en un ángulo una abertura paralela a la línea de la portada.
Gracias, pues, que nos dejaran lo que hoy admiramos en dicha portada y no la sustituyeran con la rutinaria decoración de dos o cuatro columnas, sosteniendo un simple frontoncillo con sus acróteras.
¡Pobre San Pedro de Villanueva! La reforma de los iconoclastas pelucones no se contentó con el exterior, sino que echó abajo todo el cuerpo de la iglesia, cambiando sus tres naves de sillería por dos desaliñadas y lisas paredes, salvándose únicamente y como por milagro la capilla mayor y las laterales. Por la lámina de este trozo que le incluyo podrá apreciar lo que sería todo el templo. Del claustro Bizantino (1) solo dejaron tres arcos interiores, entrada seguramente a la antigua sala capitular, reemplazando dicho claustro con uno de gruesos y bajos pilares con arcos rebajados y un segundo cuerpo por el mismo corte.
Sin embargo que la presente pasa ya de los límites epistolares, no quiero cerrarla sin indicarle al menos alguno de los chistosos accidentes que pasaron.
Atendida la malicia o
sencillez si se quiere de la gente campesina, y su afán en soñar riquezas, podrá
Vd. hacerse cargo de la interpretación que desde luego se dio a nuestras
investigaciones. No hubo palabras que pudieran disuadirles de la idea de que buscábamos
un tesoro, y a esta voz acudían las gentes como llovidas; pero lo crítico fue
el segundo día, pues al ver nuestras demostraciones de júbilo por la aparición
de la cabeza del caballo, corrió como un relámpago la voz de ¡¡ya han topado
un caballo de oro!!
Baste decirle que tuvo que tomar parte la justicia de la inmediata villa de Cangas de Onís, ya para desengañar a los visionarios, como para frustrar, según se supo, los planes de algunos que, prevenidos con herramientas, intentaban por la noche, con exposición de un hundimiento, destrozar el muro, a fin de anticipársenos en el botín.
Últimamente, las buenas razones de dichas autoridades y de algunos vecinos ilustrados, y el mismo descubrimiento visto con más calma, lograron apaciguar los ánimos, llegando a convencerse y hasta conocer que el hallazgo era en realidad un tesoro, pero no del metal codiciado; sino histórico y de piedra, y aún opinaron y determinaron que no se volviera a tapar, quedando así a vista de todos.
Basta, pues, por hoy:
lo que resta será de palabra. Mañana parto para el monasterio de Obona, donde
no sé si encontraré algún resto de los remotos tiempos de su fundador
Adelgaster; si he de juzgar por la demolición de cuanto llevo visitado en Asturias,
harto lo dudo: ¡cosa rara!
En ninguna provincia he
visto más destrozos, al paso que ninguna ha tenido más medios de conocer y
apreciar sus bellezas monumentales, pues como Vd. sabe, los más selectos
escritores de nuestra patria, casi desde los tiempos de la invasión sarracena
hasta nuestros días, se han ocupado de su descripción con entusiasmo.
Quedo en escribirle
desde Obona; ínterin, consérvese Vd. bueno y con expresiones a los amigos, se
repite de Vd. este muy suyo
FRANCISCO PARCERISA."
Hasta aquí la descripción del "redescubrimiento" de la portada tapiada; hay que decir que las dos últimas láminas una está firmada por Pascó; la otra pudiera ser de Parcerisa, aunque no se parece mucho a su estilo, porque están tomadas del libro de D. José María Quadrado, su amigo y compañero, en el cual participó como dibujante.
(1) El estilo románico era llamado todavía "arte bizantino". El término "románico", como concepto definidor de un etilo artístico, fue utilizado por Charles de Gerville por primera vez en 1820, consideerando con este término todo el arte que se realiza anterior al estilo gótico desde la caída del Imperio Romano. El hecho de que esta carta esté fechada treinta y cinco años después nos da una idea de lo mucho que costó que el término "románico" se asentara definitivamente.