El 12 de
enero de 2021 publicamos en este blog una entrada titulada “El
caradrio. Una criatura fantástica y dónde encontrarla”, a cuya lectura
remito antes de continuar.
En ella dimos cuenta de que en la Edad Media circuló por Europa la leyenda de una criatura, concretamente
un pájaro, del cual ya se hablaba entre los siglos II y IV en la obra Physiologus,
el abc de los conocimientos naturalistas de los antiguos clásicos
grecolatinos, conocimientos que, sin ningún pudor, mezcla con historias,
leyendas, supersticiones y creencias religiosas de todo tipo, cosa que gustaba
a las gentes sencillas.
Decíamos también
que fue traducido primero al latín en el siglo VIII y, posteriormente, a todos
los idiomas conocidos del momento, hasta llegar a la Edad Media. Poco a poco se
fue convirtiendo en una fuente imprescindible de conocimientos, de manera que
todo lo que se narraba en él era tenido como una verdad irrefutable.
Hecha esta
introducción, aclaraba que el caradrio o caladrio ya aparecía en la Biblia,
Levítico, capítulo 11, versículos 13 y 19
“Y de las aves, estas tendréis en abominación; no se comerán, serán abominación: el águila, el quebrantahuesos, el esmerejón … el herodión, y el caradrión, según su especie, y la abubilla, y el murciélago.”
(Biblia Spanish Blue Red and Gold Letter Edition y Biblia RVA)
Citando nuevamente dicha entrada, dice el Fisiólogo:
“Existe un ave llamada caradrio, como está escrito en el Deuteronomio. El Fisiólogo dijo acerca de ella que es completanente blanca, sin ninguna mancha, y sus excrementos curan los ojos nublados. Se encuentra en los palacios de los reyes, y si alguien se halla enfermo, por medio del caradrio puede conocer si va a vivir o está destinado a morir. Pues lo llevan delante del que yace enfermo en el lecho, y si la enfermedad del hombre es mortal, el caradrio aparta la mirada del enfermo, y todos reconocen que está destinado a morir. Por el contrario, si la enfermedad del hombre es pasajera, el caradrio mira fijamente al enfermo, y éste al caradrio, y absorbe el caradrio la dolencia del enfermo, y remonta el vuelo hacia el éter solar, quema la enfermedad y la disipa, y se salvan los dos, el caradrio y el hombre enfermo.”
Bodleian Library. MS-11283 |
“La imagen habitual en las ilustraciones de los Bestiarios y en el Fisiólogo de Berna presenta el ave posada a los pies (otras veces a la vera) de la cama del enfermo mirándolo, señal de que no va morir. En otros casos se ve al caladrio con el pico en los labios del enfermo (extrayendo la enfermedad). También hay varias escenas, entre ellas la caza del ave y su vuelo hacia el sol.”
Bodleian Library, manuscrito 167. El caladrio tomando la enfermedad. |
Lo importante
es que de esta criatura hay varias representaciones en pintura en los
bestiarios del siglo XIII y en la vidriera de una ventana del mismo siglo,
existente en la catedral de Lyon. Pero es en pintura o dibujo. Nada en escultura en esta
centuria.
Dibujo en una vidriera de la catedral de Lyon |
En escultura están catalogadas únicamente dos tallas de esta criatura realizadas en el siglo XII:
una existente en la portada de la iglesia del pueblo de St Mary's en Alne, cerca de York en Inglaterra,
Caradrio de la iglesia del pueblo de St Mary's en Alne |
y otra en España, la cual, en compañía de Pedro Lozano Huerta y Milagros de la Morena, tuve la sorpresa de contemplar y fotografiar en la iglesia parroquial de San Andrés de Montearados, cinco habitantes en la actualidad, cuatro hace unos años, perteneciente al ayuntamiento de Sargentes de Lora, Burgos, donde vive su párroco, D. Joaquín Cidad, persona amable donde las haya y autor de varios libros sobre el arte románico, quien no pondrá impedimentos para abrir las puertas del templo y poderlo contemplar. Parece mentira que en este pequeño pueblo esté una de las dos únicas representaciones del caradrio.
De esta
manera, llegamos a concluir en 2022 que en Europa solamente hay dos caradrios esculpidos,
y ambos del siglo XII: el de Alne, en el Reino Unido, y el de Valdearados, en
Burgos.
Pero llegado
el viernes 18 de febrero de 2022, tras una agradable charla titulada La voz de los canteros medievales, hete aquí que D. Ignacio Bosch, director del Parador Nacional
de Cangas de Onís, propone explicar la simbología de los canecillos del monasterio
de San Pedro de Villanueva, sede de dicho parador. Aceptado el reto, quedamos
en dar una charla al año siguiente, concretamente el 21 de abril de 2023, sobre
los resultados obtenidos.
Y aquí empezó
mi frenesí por hacer fotografías de los canecillos y capiteles a cascoporro;
ampliaciones para contemplar los detalles que no se ven a simple vista, viajes
desde Madrid para hacer fotos desde nuevos ángulos y encuadres y, de repente, en
el mes de octubre, saltan unos personajes familiares: bajo sendos arcos de
medio punto que indican que están en el interior de un monasterio, nos aparece
un monje acostado con la vista vuelta hacia un enorme pájaro que, a su vez, le
niega la mirada.
San Pedro de Villanueva. Caradrio "negativo" |
Momento de
gran tensión y nerviosismo: no cabe duda, hemos dado con un caradrio. El monje
tiene vuelta la cabeza hacia él, solamente se le ve un ojo, el otro está oculto
en la perspectiva; el pájaro está claro que no quiere saber nada del clérigo.
Estaríamos ante un caradrio “negativo” por catalogarlo de acuerdo a que
no va a salvar al enfermo que le implora curación.
Miradas en línea |
Gran zozobra.
¿Es posible que nadie se haya dado cuenta? Tres noches dándole vueltas. ¿Qué
hago? ¿Lo suelto ya o lo guardo para la próxima charla con los amigos del Parador?
Una llamada a los organizadores de las
charlas y acordamos dejarlo para contarlo cuando nos volvamos a reunir en la
biblioteca Dulce María Prida de Villanueva de Cangas. Ya podemos estar
tranquilos, lo sabemos seis personas.
Pero
continuamos ampliando fotografías y… ¡sorpresa! En el lado Norte del absidiolo
del lado del Evangelio… ¡nos aparece otro caradrio!
También bajo
el alero, en una metopa bastante estropeada por los líquenes están otros dos
personajes, ambos bajo el preceptivo arco de medio punto; a la derecha del
observador, un hombre acostado que vuelve la cabeza hacia un enorme pájaro que,
a su vez, está mirando al hombre.
San Pedro de Villanueva. Caradrio "positivo" |
Sí, teniendo
en cuenta el antecedente anterior, no cabe duda de que estamos ante otro caradrio,
esta vez “positivo”, es decir, el hombre acostado se salvará.
Nueva llamada
a los organizadores y alegría general. En Villanueva de Cangas tenemos dos
caradrios sin catalogar, uno positivo y otro negativo, lo que quiere decir que
el 50% de caradrios esculpidos en Europa en el siglo XII y conocidos hasta hoy,
está en Asturias y el 75% está en España.
El día 21 de este mes nos reunimos un grupo de asiduos a los encuentros culturales del Parador de Cangas de Onís y, en la biblioteca Dulce María Prida, fueron proyectadas ciento sesenta y tres diapositivas representando los canecillos, metopas, capiteles y lacunarios del exterior del monasterio, y allí quedó constancia de la existencia de estas dos criaturas hasta ahora escondidas a las miradas de los visitantes, a pesar de estar a plena vista desde hace casi mil años y es que, como venimos diciendo, en plena era de la información hemos perdido la que nos dan las imágenes que nos dejaron nuestros antepasados en los aleros de las iglesias románicas.
¿Habrá más
caradrios escondidos y seremos capaces de encontrarlos? Seguramente que sí, solo
hay que conocer a la criatura y acordarse de ella en ese momento; a fin de cuentas,
el símbolo siempre responde al conocimiento de quien se enfrenta a él.
Antonio García Francisco.
Colmenar Viejo, abril de 2023
Que puntazo Antonio! Muy bueno. caray con los caradríos!!
ResponderEliminarMuchas gracias. Efectivamente, son difíciles de ver los muy ladinos... ¡aunque están a la vista desde hace siglos!
EliminarCuatro años preguntándoles quiénes sois y sin ser capaz de escuchar su respuesta. :D
Muy buena aportación Antonio! Que buen descubrimiento. Felicidades!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Laura. Aprecio todos los comentarios y los tuyos son para mí como oro molido.
EliminarDesde Radio Cangas solo podemos sentirnos orgullosos. El trabajo de Antonio, tras un año de investigación, ha colocado al Monasterio de San Pedro de Villanueva en el lugar que la historia le negó. Cangas de Onis y su entorno guardan seguro que más sorpresas que hombres como Antonio García Francisco se empeñan en descubrir.
ResponderEliminarDese luego que tal descubrimiento sea publicado en primicia en este humilde blog, nos hace sentirnos orgullosos y nos ayuda a seguir dando cabida en él a personas de tan altura moral y profesional como nuestro amigo Antonio.
Muchas gracias amigo por todo lo que has hecho y por lo que te queda por hacer.
Como lo tenías en secreto rufián, así que querías que te acompañará a toda costa. Fue una gran alegría el descubrirlo en San Andrés de Montearados, gracias a que hacía poco que lo habías visto en el fisiólogo y ahora por partida doble en tú templo favorito. Un placer el ver la ilusión que pones cada día en intentar dar luz a mensajes que enviaban al pueblo aquellos canteros y que a ojos de la mayoría son solo piedras y que algunos-as elegidos como tú y alguno que he visto por aquí contestandote y que conocemos sabéis desentrañar .
ResponderEliminarHola, Pedro, efectivamente, quería que vinieras a Cangas de Onís porque lo iba a contar el día 21, estuve esperando hasta el último momento a que aparecieras por allí. Pero tranquilo, hay más descubrimientos en San Pedro de Villanueva, monasterio que presenta también una línea pagana-popular muy interesante. Seguimos en contacto y preparados para hacer juntos unos cuantos miles de kilómetros más visitando maravillas románicas.
EliminarUna cosa más, Pedro, tenemos que hablar de herramientas de los canteros medievales, tengo necesidad de conocer algo más acerca de ellas. A ver si volvemos al Mseo del Retablo de Burgos o preguntamos a los amigos.
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