Aunque la
generación a la cual yo pertenezco eso de las bandas de música nos suene a las
historias que nuestros padres nos contaban cuando, el dia de la fiesta
patronal, nos recordaban aquellas agrupaciones de vecinos que engalanados con
sus mejores trajes, cogidos a unos instrumentos, los cuales igual eran
heredados, les hacían bailar a los largo de las procesiones y en las verbenas.
Como decía, para
muchos de nosotros eso de las bandas locales son meros recuerdos de nuestros
ancestros, pero marcaron el deseo de las nuevas generaciones de la postguerra
en salir del oscurantismo y volver a vivir la fiesta y dar al folklore el
protagonismo que los años pasados le quitaron. Los años 6o fueron sin duda el
rayo de esperanza que hizo que la sociedad española soltara amarras y se
lanzara en post de un sueño y a partir de aquellos años las orquestas, las
bandas y los grupo musicales afloraron exponencialmente dando rienda suelta a
una nueva forma de ver el mundo, de disfrutar del momento y en definitiva de
vivir. La música ha sido siempre esa válvula de escape que a lo largo de los
siglos ha mantenido a la sociedad apartada en breves momentos de sus problemas,
acompañándonos con sus melodías y haciéndonos, incluso, casi sin quererlo, solo
dejándonos llevar, ser parte de ese arte que seduce con sus notas
Aunque el término
banda nos puede llevar al ámbito
militar, algo normal ya que ellas marcaron el paso a muchos ejércitos a lo
largo de los siglos, se ha hecho tan
popular que cuando se juntan 4 amigos alrededor de unos instrumentos, para
nosotros ya es una banda.
Para hablarnos de
ello tenemos a toda una experta.
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