Si como de una macabra efemérides se tratara, este nuevo año también nos obliga de prescindir de una persona distinta, muy ligada a la comarca que hizo de la cultura y la educación la mayor de sus ilusiones.
Tengo que remontarme a mediados de los años 80 al escribir estas líneas. Durante esos años, la embrionaria Radio Cangas 85 se nutría de estudiantes, maestros y profesores de los centro de enseñanza de la ciudad. En una de esas reuniones se presentó un muchacho de poco mas de 20 años, integrante de la plantilla del Colegio Público Reconquista; Agustín García Romero-Nieva comenzaba a dejar su impronta en esta pequeña radio escolar.
Sus inicios radiofónicos fueron tremendos en cuanto al contenido. Como control de sonido de alguno de sus programas, este que suscribe, descubrió su enorme colección de vinilos donde la calidad sobrepasaba todo lo que mis ignorantes ojos hubieran visto hasta la fecha.
Su inclusión en las ondas representó un enorme salto de condición y nos acercó a todos los cangueses a algo inédito, radio de una calidad solo comparable a aquellas emisoras comerciales de ámbito nacional: Eagles, Pink Floyd, Chicago, Springsteen....su calidad musical solo era comparable a su gran conocimiento del tema. Sin lugar a dudas, Agustín nos abrió las puertas a los jóvenes de grupos totalmente desconocidos, marcando, como en mi caso, tras él nuestros gustos. Como todo en este mundo, su Buhardilla tuvo su fin ante el cambio de destino docente, privándonos de tenerlo.
Los años pasaron inexorablemente y en el 2015 nos encontramos por casualidad en la calle San Pelayo: ese domingo marcó el encuentro de dos personas que no habían olvidado aquellos años de radio de hacía casi 20 años y nuestras comunes ilusiones al respecto nos pusieron como meta el abrir la suya, su hija radiofónica, el culmen de un proyecto que, aunque dormido, no por ello olvidado. La vida te guarda momentos especiales y creedme ese fue uno de ellos.
A partir de ese día la vida nos reunió en varios eventos a la vez que descubría, no sin sorpresa, que su implicación en los Encuentros le confirieran la oportunidad de mostrase como ponente en una de las charlas que Radio Cangas grababa. Mientras esto se realizaba, sus palabras me trasladaban hacia esos olvidados años de Radio Cangas 85 y veía que seguía siendo el mismo chavalin que llegaba lleno de nervios al estudio de la radio, que sus prisas por contar sobrepasaban el impulso nervioso de echar a correr, su ilusión por comunicar, por enseñar, por compartir, resume la personalidad de una persona afable, educada, buen esposo y mejor padre.
Para aquellos que tenemos que sufrir esta pérdida, nos queda el consuelo de que seguro que nos esperarás asomado a tu Buhardilla, esperándonos para pinchar uno de esos vinilos, charlar de tu Frassinelli adorado junto a tu amiga Dulce, o escuchando, también cabe la posibilidad, algún tema tus adoradas hijas.
Para terminar solo me resta dedicarte una canción, como no. Seguro que te gusta más que cualquier otra cosa.
Adiós amigo.
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