Por
muy redundante que parezca, empecemos por el principio para no liarnos: el “nudo de Salomón”
es un ideograma.
"Un ideograma es un signo gráfico que representa un concepto o idea de forma sintética y no por análisis de sonidos o formas. Por ejemplo, la imagen del dedo índice señalador es un ideograma. Es simplemente un concepto, no constituye una secuencia de sonidos y tiene el significado de ir allí o en esta dirección. Puede usarse en combinación con palabras u otros ideogramas, por ejemplo, la escalera a la derecha o recoger su equipaje en este lugar".
Consiste el nudo de Salomón en dos eslabones cruzados perpendicularmente de manera que se entrelazan cuatro
veces. Por lo general, tienden a mostrar un remate redondeado, si bien otra
variante los termina en ángulo agudo, dando al nudo una forma picuda.
Antes de continuar, conviene hacer notar que es
frecuente mezclar la idea “nudo de Salomón” con la de “sello de Salomón. De
ello nos avisa D. Josemi Lorenzo Arribas, doctor en Historia Medieval en la UCM:
"No hay ninguna fuente antigua ni medieval que lo defina [el nudo], como tampoco el sello salomónico que el arcángel San Miguel entregó al rey sabio (Salomón, Sulaymān), con el que se confunde. De hecho, uno de los principales problemas actuales es que no hay ninguna uniformidad en la literatura científica a la hora de distinguir y nombrar signos distintos asociados al rey judío, nudos, estrellas, sellos, escudos, por lo que se añade confusión suplementaria, fruto de la asociación de Salomón a una innumerable cantidad de obras de signo ocultista que tuvieron popularidad en la Tardía Antigüedad y en la Alta Edad Media, si bien es verdad que esta influencia llega ya de manera bastante devaluada al Siglo de Oro."
Revista Digital de Iconografía Medieval, vol. XII, nº 22, 2020, pp.1-38 e-ISSN 2254-853X
Sabemos
que eran muy utilizados en los mosaicos romanos desde al menos el siglo II, así
lo atestiguan los del MNAR de Mérida, Badajoz, como motivo decorativo, tanto en
grecas como en el centro, y tanto girando a la derecha como girando a la
izquierda, lo cual, esto del sentido, también tiene su interpretación sobre la que no nos vamos extender.
No obstante, dicen que ya era conocido y representado en las tallas de la Edad de Piedra, cosa que no podemos asegurar por dudas razonables. También aparece en castros celtas, lo cual, en principio, nos sugiere una simbología mágica. No lo aseguramos rotundamente porque son documentos en piedra que pudieran haber sido grabados en otra época posterior, pensemos en que asentamientos celtas o iberos fueron repoblados por civilizaciones posteriores.
Se
popularizó en la Edad Media de tal modo que este símbolo empezó a aparecer en
las iglesias y no se sabe por qué, pero quedó ligado la historia legendaria y
mágica de los templarios y de rituales judaico cristianos, siempre
representando que la sabiduría llegaba a la cima del poder.
Quedó
dicho más arriba que fue muy utilizado en la ornamentación de las sinagogas
antiguas,
Y
también ha quedado establecido que lo forman eslabones de cadena entrelazados.
Bien, si seguimos pacientemente el trazado, vemos que nos llevan arriba, abajo,
a la izquierda y a la derecha, de forma independiente cada eslabón, pero al
mismo tiempo indisoluble. ¿Alguien intuye ya que puede ser el símbolo de un algo
que incluya una dualidad dentro de una unidad? Incluso, si lo idealizamos, tendríamos algo sin principio ni fin. Pues eso estaría bien, pero
seguir por ese camino sería meterse en honduras, la observación de los sitios
donde se encuentra nos dice que más parece ser que se trata unas veces de un
recurso decorativo y otras un símbolo protector, apotropaico.
Apotropaico: Dicho de un rito, de un sacrificio, de una fórmua, etc.: Que, por su carácter mágico, se cree que aleja el mal o propicia el bien. Diccionario RAE.
Estos son los tipos
básicos. A partir de aquí la geometría permite muchas combinaciones. Comienza con el modelo más sencillo, el rectangular, pasa por los redoneados, por el "picudo" y termina en el lineal. Los dos
redondeados se diferencian en el número de cordones que contienen. El
número de cordones no significa nada.
Decimos
que es un elemento decorativo porque así se le considera desde el siglo XIII, o al menos, cuando aparece incluido en el Reiner Musterbuch (1208-1213), un libro
que incluye modelos de repertorios decorativos y que dedica alguno de sus
folios a distintos diseños de formas geométricas, entrelazos y nudos, entre
ellos, el de Salomón. De aquí lo toman los iluminadores de códices medievales, pues
el nudo de Salomón es una de las formas más simples. También se denomina
símbolo de la divina inescrutabilidad, un nombre más rimbombante que
significativo.
Y decimos que es un elemento protector o apotropaico porque aparece en puntos estratégicos de algunos templos, pero lo cierto es que su plástica se presta al diseño difícil, geométrico, agradable a la vista y puede que esotérico por lo que posiblemente representa o puede representar en tanto que es un ideograma. Además, veremos una leyenda que pudiera justificarlo.
Se
dice también que este símbolo fue el sello particular de los canteros italianos
medievales conocidos como los Maestros comacini, un grupo de
constructores, canteros, albañiles, carpinteros y artistas unidos en gremio
desde el siglo VII. Fueron los primeros maestros del románico lombardo del
siglo XI y daban al nudo un significado místico por ser un símbolo del
movimiento eterno, la unión del espacio y el tiempo, entre lo consciente y lo
inconsciente, entre lo humano y lo divino, algo que luego aprovecharon los
masones.
“El Comacino creía en su nudo místico; para él era un signo de los caminos inescrutables e infinitos de Dios cuya naturaleza es la unidad. El nombre tradicional de estos entrelazamientos entre los italianos es "nudo de Solomon."(Comacine work, Scott Leader (1899) pág. 82
Valor apotropaico en la pila bautismal de la iglesia de Santa María, Bareyo (Cantabria).
Desde la modestia que debe caracterizar a los aficionados, tengo que reconocer que carecezco de medios y conocimientos para profundizar mucho en el significado del nudo de Salomón, pero sí puedo intentarlo con base en las teorías que lo justifican, las cuales, a su vez, están sustentadas por tres leyendas.
Una primera leyenda asegura que el Rey Salomón recibió de Dios el encargo de proteger a un pueblo, el cual estaba amenazado por tres grandes rocas que si se desprendieran rodarían pendiente abajo desde una colina y lo destruirían. Salomón las sujetó con una soga y aseguró el lazo con este nudo que él mismo inventó, quedando de esta manera protegido el pueblo. Casi un cuento para niños, pero una explicación a fin de cuentas, y una posible interpretación que veremos al final.
Hay otra teoría que se apoya en una segunda leyenda, o en un texto si lo preferimos, El testamento de Salomón, del siglo I a IV de nuestra era, según la cual el arcángel Miguel le dio al rey Salomón un anillo con un símbolo poderoso que le daba poder sobre los demonios. Con él podría dominarlos y hacerlos trabajar en su propio beneficio.
“Y sucedió a través de mi oración que la gracia me fue dada por el Señor de los ejércitos por su arcángel Miguel. Él me trajo un anillo con un sello que consiste en un grabado de piedra, y me dijo: "Toma, oh Salomón, rey, hijo de David, el don que el Señor Dios te ha enviado, el más alto de los ejércitos. Con este anillo has de encerrar a todos los demonios de la tierra, hombres y mujeres, y con su ayuda has de construir Jerusalén. Pero tú debes usar este sello de Dios.” ("Testamento de Salomón", texto falsamente atribuído al Rey Salomón).
Ese símbolo poderoso no era otra cosa sino un "trazo sin fin", como una cinta de Moebius. Los demonios eran curiosos y si veían una línea, tenían que seguirla. En el caso del nudo de Salomón la línea es interminable y el demonio quedaría atrapado dentro del propio símbolo. De esta manera fue capturando demonios hasta que hizo prisionero al mismísimo Belcebú y los puso a trabajar en la construcción del templo. De ahí su valor apotropaico, pues los demonios lo conocen y lo temen, jamás se acercarán a él.
La leyenda es larga y muy bonita. Quizás esto sea "forzar" un poco la interpretación, pues el diseño de trazo sin fin más parece ajustarse al "sello de Salomón" que al "nudo de Salomón", pero ya quedamos al principio en que no hay textos que definan a uno ni a otro.
Llegados a este punto, cabe decir que la misma leyenda la escuchamos de boca de un guía en las ruinas del monasterio de San Pedro de Arlanza, en Hortigüela, Burgos, contemplando un tablero de alquerque que hay grabado junto a la puerta del templo: los demonios se pondrían a jugar en él una y otra vez, el juego no terminaría nunca y de esa manera no entrarían en el recinto sagrado.
Además,
cuando llevara puesto este anillo, podría hablar el lenguaje de los animales:
peces, pájaros, mamíferos, reptiles… Todos los seres vivos.
Como también
lo hemos visto primorosamente esculpido en la portada de la iglesia de San
Miguel, en Idiazábal, Guipúzcoa, siglo XII, y en forma de grafiti en el ábside
de la iglesia románica de El Salvador, en Sepúlveda, Segovia, siglo XI,
aceptamos que pudiera tener un sentido apotropaico para impedir que los
demonios se acercaran al templo en Idiazábal o a los enterramientos de los
alrededores del ábside en Sepúlveda. En este momento se representan aislados,
frecuentemente en soportes inusuales, y con fines apotropaicos, pudiendo así quedar
establecido su sentido protector.
Pero también lo encontramos en capiteles, unos burdos, otros primorosos, y esto nos llevaría a una tercera leyenda:
“…cuando el rey David se encontraba en los umbrales de la muerte, llamó a su hijo y sucesor, Salomón, para la despedida final. Salomón era joven, inexperto y estaba muy preocupado por la corona que pronto sería suya. Le rogó a su padre que le dejara algo que pudiera serle de ayuda en tiempos de crisis. Su padre le dio un joyero que contenía un anillo. "Cuando te encuentres en aprietos", dijo David, "abre este estuche y mira la inscripción del anillo. Pero cuando te encuentres en la cima del bienestar, vuelve a abrirla y entonces mira la cara interna del anillo. Que Dios sea contigo, hijo mío". Y murió.
Los años pasaron y Salomón se encontró asediado por problemas graves, de todo tipo y color. Incluso estuvo separado de su cargo de rey por un tiempo. Salomón estaba abatido y apesadumbrado cuando recordó el consejo de su padre y abrió el joyero. En la cara del anillo leyó las palabras hebreas: “Gam ze iaavor” que significan "Esto también pasará". Se sintió profundamente reconfortado por el mensaje y volvió a tomar el control de su destino con confianza y decisión. Se superaron los obstáculos. Se disipó la rebelión. Luego comenzó una época de auge y florecimiento sin igual, a raudales se incrementaban sus riquezas y hacía gala de su sabiduría. Tener tanto poder era otro logro supremo que enriquecía el orgullo de Salomón y aumentaba su sensación de ser invencible. Pero, no olvidó abrir el joyero, extraer el anillo, mirar la inscripción grabado en su interior y leyó: "Gam ze iaavor" , "Esto también pasará". También la riqueza, la fama, la gloria, la pompa, todo el lujo pasaría.
Y así fue como Salomón se convirtió realmente en el ser humano más sabio de todos los tiempos.”
Según fuentes árabes, el anillo estaba confeccionado de bronce y hierro, mientras que otros afirman que
"...si se desea fabricar una réplica, la misma debe estar elaborada con los siete metales planetarios (oro, plata, cobre, hierro, estaño, mercurio y plomo) y con una piedra de magnetita engarzada."
Ya
tenemos quizás la justificación a su presencia en el interior de templos, pues
nos está dando una lección de humildad ante los hechos de la vida, como si nos
recordara a los padecimientos de Job: todo en la vida pasa, lo que hoy está
arriba, mañana puede estar abajo, y viceversa.
Creo
que no podemos descartar ninguna de las tres leyendas/teorías porque, a fin de cuentas, tal vez sea lo único que tengamos.
La
primera, porque de alguna manera “ata” algo,con el nudo: las rocas.
La
segunda, porque "ata" a los demonios y pone en conexión a lo terrenal con lo
celestial y con el submundo.
La tercera, porque también crea una línea temporal que "ata" al hombre con la voluntad de Dios y que se ajusta a lo que se representa en el adagio hermético que reza
“como es arriba, es abajo;
como es adentro, es afuera”,
Reecordemos que a través del nudo viajamos de arriba a abajo y de izquierda a derecha y vuelta a empezar; este es un principio que para los
esoteristas se manifiesta en los tres Grandes Planos: el temporal, el mental y
el espiritual. Difícil de entender, pero representado en esta lámina del siglo IX
con un nudo salomónico asociado al laberinto tal vez nos hagamos una idea, pues por fuerza tiene que ser una pista, en simbología no existen casualidades, solo existen coincidencias.
Por último, para ir cerrando el tema, nos queda, entre otras muchas, una pregunta final: ¿qué fue del anillo de Salomón?
Pues parece ser que tras la muerte de Salomón, el anillo fue
enterrado en el monte Sión, aunque algunos relatos sostienen que la reina de
Saba -conociendo el inmenso poder del anillo- mandó fabricar uno idéntico, lo
cambió por el auténtico y lo preservó hasta su fallecimiento. Algunos han
indicado que -años más tarde- el anillo fue regalado al sabio Zoroastro o bien
a sus sucesores en tierras iranias, para regresar mucho después a Judea
custodiado por tres magos zoroastrianos que lo llevaron como ofrenda a una
gruta de Belén.
Hoy
lo cierto es que no sabemos darle un sentido exacto, pero ahí está, esculpido en
lo alto de los capiteles o inciso en lo bajo de los sillares, incluso ipintado en las vigas de las iglesias, confundiéndonos con otros símbolos y recordándonos una leyenda para que no nos hagamos soberbios ante los triunfos,
pero que tampoco nos demos por vencidos ante las vicisitudes y los fracasos que
suframos en la vida.
Pintura del siglo XV representando al Nudo de Salomón, en una viga de la ermita de Ntra. Sra. de la Antigua, siglo XIII, en Carabanchel Bajo, Madrid |
Detalle de uno de los Nudos de Salomón pintados en el S. XV en una viga de la ermita de Nuestra Señora de la Antigua, S. XIII, en Carabanchel Bajo, Madrid. |
Otro Nudo de Salomón, esta vez semiborrado, del siglo XV pintado en una viga del coro en la ermita de Nuestra Señora de la Antigua, siglo XIII, en Carabanchel Bajo, Madrid. |
Y siempre con el valor apotropaico de poder alejar el mal y proteger de él.
Antonio García Francisco.
Enero 2021
Post scriptum: En el audio, con los problemas de sonido y los de cobertura telefónica que nos obligó a cambiar de teléfonos, más luego la amplitud del tema, se me olvidó comentar que el valor apotropaico del nudo radica precisamente en el contenido de la segunda leyenda, cuando el arcángel le da el anillo a Salomón para que pueda someter a los demonios.
En la lógica del artista medieval es evidente que los demonios lo conocen y no osarán acercarse a él para no quedar esclavizados, por eso se coloca en puertas de iglesias y en lugares de enterramientos para propiciar que no molesten en los sitios donde no es necesaria su presencia. Perdón por la omisión, es lo que pasa por querer hablar de tantas cosas, ya se dice que quien mucho abarca poco aprieta, y este caso es la demostración.
Muy bueno! Gracias!!!
ResponderEliminar¡Magnífica entrada!
ResponderEliminarEste blog y los audios de Radio Cangas son todo un descubrimiento.
Muchísimas gracias
Muchas gracias,siendo así seguiremos.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMuchas gracias por seguir el blog. Vuestros comentarios son un estímulo para seguir publicando.
ResponderEliminarEn el audio, con los problemas de sonido y los de cobertura telefónica, más luego la amplitud del tema, se me olvidó comentar que el valor apotropaico del nudo radica precisamente en el contenido de la segunda leyenda, cuando el arcángel le da el anillo a Salomón para que pueda someter a los demonios. En la lógica del cantero medieval es evidente que los demonios lo conocen y no osarán acercarse a él para no quedar esclavizados, por eso se coloca en puertas de iglesias y en lugares de enterramientos para propiciar que no molesten en los sitios donde no es necesaria su presencia. Perdón por la omisión, son cosas que pasan por querer hablar de tantas cosas, ya se dice que quien mucho abarca poco aprieta, y este caso es la demostración.
ResponderEliminarMira que te lo curras, eh! Me ha encantado el artículo. Gracias!
ResponderEliminarMuchas gracias, Laura. Bien sabes que estas cosas se empiezan con tanto cariño que lo difícil es poner el punto final. Que te haya gustado ya es una recompensa.
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